Donald Trump y Recep Tayyip Erdogan, en una imagen de archivo. / AP
El Gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan ha confirmado este lunes que Turquía está lista para intervenir contra las milicias kurdas en Siria. Este movimiento se produce después de que Donald Trump haya anunciado una retirada de las tropas estadounidenses de la zona, un anuncio que Ankara interpreta como una luz verde de Washington a esa operación.
"Asegurar nuestras fronteras eliminando a los terroristas y facilitar un retorno seguro a los refugiados. Turquía está decidida y es fuerte", ha señalado Ibrahim Kalin, portavoz de Erdogan, al explicar el objetivo de la operación militar.
Erdogan y Trump mantuvieron anoche una conversación telefónica para tratar la largamente anunciada operación turca contra las milicias kurdosirias (YPG), aliadas de Washington en la lucha contra el yihadista Estado Islámico, pero que Turquía considera terroristas.
Tras esa llamada, el presidente de EEUU anunció la retirada de las tropas estadounidenses del norte de Siria ante la inminente operación militar de Turquía contra las milicias kurdosirias en esa zona, un ataque en el que Washington no quiere verse involucrado. En un comunicado, la portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, explicó que Trump le comunicó la decisión a Erdogan durante una llamada telefónica.
"EEUU ni apoyará ni se involucrará"
"Turquía pronto avanzará con la operación que ha planificado durante mucho tiempo para el norte de Siria. Las Fuerzas Armadas de EEUU no apoyarán ni se verán involucradas en esa operación, y las fuerzas estadounidenses, habiendo vencido el califato territorial del Estado Islámico (EI), no estarán en el área cercana", ha apuntado Grisham.
Este fin de semana, Erdogan advirtió de que es "inminente" una intervención militar en territorio sirio contra las milicias kurdosirias en el este del río Eufrates, y afirmó que a Ankara se le acabó la paciencia para esperar el apoyo de Washington en esta acción.
El objetivo de la operación es acabar con las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), aliadas de Washington pero consideradas "terroristas" por Ankara por sus vínculos con el proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda activa en Turquía.
Turquía, "responsable" de los yihadistas
En su comunicado, la Casa Blanca también ha anunciado que, a partir de ahora, Turquía "será responsable" de todos los combatientes del Estado Islámico que se encuentran en el norte de Siria y que han sido capturados en los dos últimos dos años después de que el grupo yihadista perdiera el control territorial de ese área.
La Casa Blanca, además, se ha quejado de la negativa de algunas naciones europeas a acoger y juzgar a sus ciudadanos, convertidos en soldados del EI, y avisó de que Washington no asumirá más ese coste. "El Gobierno de EEUU ha presionado a Francia, Alemania y otras naciones europeas, de donde proceden muchos de los combatientes del EI capturados, para que los recuperen, pero no los querían y se negaron. EEUU no los retendrá por lo que podrían ser muchos años y un gran coste para el contribuyente estadounidense", ha señalado Grisham.
Desde 2016, Turquía ha llevado a cabo dos operaciones militares importantes en el noroeste de Siria para purgar la región del EI y de las YPG, por lo que la anunciada sería la tercera. Ankara afirma que la presencia de las YPG/PYD en el este del Éufrates es una amenaza para su seguridad nacional y acusa a Estados Unidos de armarlas y entrenarlas.