El gobierno de Abinader heredará un hoyo fiscal de 5.1 % que dejará la pandemia

El gobierno de Luis Abinader llegará al poder con un escenario económico global complicado ante la incertidumbre por el verdadero alcance de la pandemia, pero también con cortocircuitos internos, algunos provocados por el COVID-19 y otros que se venían arrastrando.

Para este año se estima un déficit fiscal de 5.1 % del Producto Interno Bruto (PIB), un porcentaje muy por encima del nivel que se estimaba inicialmente. La irrupción del nuevo coronavirus ha implicado un empeoramiento de la situación fiscal para el país. La fuerte caída de los ingresos fiscales, de un 32.3 % desde que inició la pandemia, ha provocado el agrandamiento de un hoyo fiscal que a principios de año se calculaba en 2.1 %.

Este miércoles, tras reunirse con el presidente Danilo Medina, Abinader dijo que el COVID-19 y la recuperación económica son precisamente las dos mayores preocupaciones del próximo gobierno. República Dominicana acumula hasta los momentos una caída económica de 7.5 % del PIB, luego de que el gobierno debiera ordenar el cese completo de las operaciones no esenciales y el cierre de las fronteras durante dos meses.

El déficit fiscal que heredará Abinader es el segundo más alto registrado en 10 años. En 2012, cuando Medina recibió la presidencia de República Dominicana, el hueco en las cuentas fiscales que dejó el expresidente Leonel Fernández, superaba el 6 %.

De no ser por la pandemia del COVID-19, el presidente electo recibiría este 16 de agosto un país con una brecha de 2.1 % entre sus ingresos y gastos.

Abinader ha presentado como parte de su programa económico de gobierno la reducción de las ineficiencias del gasto, a través de reglas fiscales y un régimen de consecuencias aplicable a los incumplimientos. Adicionalmente menciona una política de endeudamiento y de fortalecimiento de la transparencia. Como parte del plan fiscal, el programa de gobierno dice que se ha identificado un 2.6 % del PIB, equivalente a 2,200 millones de dólares anuales, que podría recuperarse a través de mejoras en la eficiencia del gasto.

Una vez que se realice el reacomodo, promete el presidente electo en su programa de gobierno, se haría un pacto fiscal con un enfoque de simplificación tributaria que involucre la reducción y eliminación de tasas impositivas, así como otros cambios que podrían implicar una ampliación de la base tributaria.

Lo que Danilo Medina no cumplió

Cuando al expresidente Leonel Fernández le quedaban siete meses en el poder, aprobó un documento que ha estado llamado a convertirse en la guía de desarrollo del país: la "Estrategia Nacional de Desarrollo 2030″.

En ella estaba contenida la necesidad de destinar un 4 % del PIB a la educación, que se logró años más tarde. Pero también hay al menos dos promesas incumplidas: los pactos eléctrico y fiscal.

El Pacto Eléctrico se desarrollo por más de dos años, en encuentros entre un variado grupo de representantes de todos los sectores de la sociedad dominicana. Tras muchas discusiones, se llegó a un texto final, se convocó a la firma protocolar, pero nunca ocurrió. La falta de apoyo de todos los partidos políticos impidió que se pusiera en marcha el plan para recuperar el sector eléctrico, uno de los más problemáticos del país.

La traba para la firma del Pacto Eléctrico fue justamente el rechazo del PRM a varios aspectos que estaban contenidos en el documento final. En su momento, el partido de Abinader dijo que no avalaba el pacto por "razones técnicas, económicas y de transparencia”.

Después del eléctrico, le tocaba al Pacto Fiscal, una de las reformas más esperadas, pero también de las más complicadas. Después de muchas vueltas, el gobierno de Medina dijo que no avanzaría en ese pacto, sino que se lo dejaría al siguiente gobierno.

UENTE: dIARIO lIBRE

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