Por: Rubén Moreta
Una agresión a un periodista es un acto grosero y malsano para la salud de la democracia. En el siglo XXI a la libertad de informar no se le puede imponer diques que obstruyan, priven o limiten su ejercicio.
A los periodistas hay que dejarlos informar libremente como fluyen las aguas del rió. Recuerdo al escritor Salman Rushdie y su tesis de que “la libertad de expresión es un bien escaso. Sería terrible dejar a los fanáticos marcar los límites”.
Ningún patán con uniforme tiene derecho a encarcelar a un periodista en pleno ejercicio de su labor, como le ocurrió al avezado comunicador Bienvenido Montas Pirón, alias Guasapo, director de Guazapo Noticias en Comendador, Elías Piña, quien mientras hacía un “facebook live” fue insultado, maltratado y encarcelado en la dotación policial de esa comunidad fronteriza.
Fue una grotesca acción en contra de un comunicador humilde, decente y correcto, comprometido con el desarrollo de su lar nativo.
Exigimos del Director de la Policía Ney Aldrin Bautista Almonte y del Director Regional de ese cuerpo civil armado, General Orison Olivence Minaya, una sanción inmediata contra él o los responsables de esa odiosa e incivilizada embestida.
Solo eso nos faltaba: que se pretenda acallar a un comunicador fronterizo porque difunda las tropelías de unos trogloditas con uniforme dando “galletas” en Elías Piña