SAN JUAN DE LA MAGUANA.- El Covid-19 ha cambiado la vida de los sanjuaneros a un punto tal que solo expertos en la psicología social podrían explicar sus efectos en el corto y largo plazo.
Para muestra baste decir que eran cientos de sanjuaneros los que cada fin de semana se daban cita en el área del arco de Triunfo y la Plazoleta Duarte, lugares en los cuales se recrearon durante décadas gratuitamente.
Era natural ver cada semana familias enteras compartir en esa zona, pero para evitar el contagio las autoridades clausuraron el uso de la plazoleta Duarte hace unos dos meses y lo mismo hicieron con el área este de la plaza Caamaño en la calle Pedro J. Heyaime.
Los vendedores ambulantes de comida rápida 8hot dogs, burrito, papas soberanas, etc) han sido particularmente muy afectados, como Tito Mambo, de la calle Pedro J Heyaime con Trinitaria y Sandro, de la Eusebio Puello, entre otros. Para paliar la situación estos han optado por ofrecer el servicio a domicilio, según se supo.
Debido a las limitaciones la familia sanjuanera ha ido cambiando su cultura recreativa y se comparte más en patios y galerías con los amigos de más confianza.
Así las zonas más concurridas para la diversión social, como la avenida Independencia, entre el arco de triunfo y la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), han sido abandonadas, así como la avenida Anacaona en la zona de El Caucho y La Barrica. También el colmadón de Tana y el colmado Moreno, en la calle Eusebio Puello han decaído al máximo.
Se trata de un fenómeno social que ha impactado en todas partes, incluyendo los córbanos, el área de Cristo Rey, y las populosas barriadas de Guachupita, Quijá Quieta y Villa Liberación.
Fuente: El Granero del Sur