Redacción Ciencia- Los científicos han dado un paso más al señalar que los chimpancés podrían tener más en común con los humanos de lo que se creía. Sugieren incluso que estos animales pueden ser pensadores racionales, al observar cómo revisan sus creencias cuando reciben nueva información.
Un equipo internacional, liderado por investigadores de la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos) y la Universidad de Utrecht (Países Bajos), aportó pruebas de que los chimpancés pueden cambiar de opinión según la solidez de la evidencia disponible. Esta capacidad, también presente en los humanos, es una característica esencial del pensamiento racional.Hoy publican los resultados de su trabajo en la revista Science.
chimpancés de la Isla Ngamba
Los investigadores trabajaron en el santuario de chimpancés de la isla Ngamba, en Uganda. Presentaron a los animales dos cajas, una de las cuales contenía comida. Primero, les dieron una pista que sugería dónde estaba la recompensa. Más tarde, les ofrecieron una evidencia más sólida que apuntaba a la otra caja. Observaron que los chimpancés cambiaban con frecuencia sus elecciones al recibir nueva información.
Este tipo de razonamiento flexible suele observarse en niños de unos cuatro años. Por eso, los científicos se mostraron entusiasmados al comprobar que los chimpancés también son capaces de hacerlo, según la nota de la Universidad de Berkeley que resume las conclusiones del estudio.
Para garantizar que los hallazgos reflejaran un razonamiento genuino y no un instinto, el equipo incorporó experimentos rigurosamente controlados y modelos computacionales.
Explicaciones
Los análisis descartaron explicaciones más simples, como que los chimpancés prefirieran la señal más reciente o reaccionaran ante la más evidente. Los modelos confirmaron que su toma de decisiones seguía estrategias racionales de revisión de creencias.
El estudio, según la Universidad citada, desafía la visión tradicional de que la racionalidad —la capacidad de formar y revisar creencias basadas en evidencia— es exclusiva de los humanos.
Los investigadores ahora buscan extender el trabajo a otras especies de primates y construir un mapa comparativo de las habilidades de razonamiento en la evolución. Han profundizado en distintas ramas de la zoología y del comportamiento animal y humano, desde la empatía canina hasta la cognición numérica infantil. En todos los casos, llegan a la misma conclusión: los animales son capaces de mucho más de lo que se supone.

