Le quita la vida y luego se quita la vida.

NEW JERSEY – Una familia dominicana de New Jersey llora la pérdida de la vida de dos de los suyos.

Un hombre de 49 años le quitó la vida a su esposa y luego se la quitó él mismo, en un aparente caso de violencia intrafamiliar.

"Ella era mi guía, mi todo, mi mente mi todo, que yo voy a hacer en este pais sola:” dijo Iluminada Ramírez, madre de la víctima, Estephanie Hernández, de 33 años. El desconsuelo de perder a su hija le quitó las fuerzas a la madre dominicana, que despertó con la tragedia en su propia casa de New Jersey.

A eso de las 9 de la noche del sábado, Alejo Batista de 49 años apuña1ó hasta el final a su esposa Estephanie, y luego se colgó en su propia habitación, cuando ambos padres estaban ausentes. No fue si no hasta 12 horas después que la madre notó lo que había sucedido.

"Lo vi colgado cuando abrí la puerta a mitad de camino”, dijo Ramírez al medio NorthJersey.com.

Según la familia, la pareja estaba a punto de separarse.

"Ellos tuvieron problemas y le dijo ‘yo no te quito la vida porque qué sé yo que’, pero nosotros confiamos como que eso era por decir y lo cumplió,” dijo entre lágrimas la madre. “Ese es el dolor que yo tengo hoy; porque yo me la llevo para otro estado y mira ella estaba tranquila, esa es la habitación de ellos y ella se la dejó a él y dormía conmigo”.

Cristian Hernández, el padre de la víctima, dice que la pareja no aparentaba tener problemas.

"Yo los veía bien, normal, una relación normal,” dice Hernández. “El problema es que usted sabe que cada relación tiene su problema pero él se lo tragaba sólo y mira la consecuencia”.

Con tres años de casados, la pareja no tuvo hijos. Nos cuentan que el era trabajador de la construcción y ella se hizo enfermera pero se desempeñaba en otras labores de decoración.

Ramírez apenas llevaba 11 años en el país. Ambos eran de origen dominicano, provenientes de Salcedo, en la provincia Hermanas Mirabal.

De acuerdo con el padre, los restos de Estephanie serán llevados a la República Dominicana.

“Yo le pedí a Dios que me llevara a mi y no a uno de mis hijos,” dijo la madre.

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