Las cosas le han salido bien hasta ahora al danilismo, según los estrategas del Presidente, quienes tenían muy poco tiempo para seleccionar un candidato que pudiera sustituirlo luego de anunciar al país que no se presentaría nuevamente a la reelección.
El trabajo parecía muy duro para cualquiera de los seis principales aspirantes a ser escogido por el Partido de la Liberación Dominicana, PLD, que ya tenía desde más de un año al expresidente y actual aspirante, Leonel Fernández, dejándose ver en las calles.
Cuando el presidente Medina hizo el anuncio en discurso por televisión, sabía que lo que vendría para sus estrategas y para el danilismo no era una tarea fácil, no obstante contar de antemano con la mayoría del comité político, central y congresistas.
El año pasado, como se dijo en un análisis anterior, la decisión del presidente Medina de no participar en los comicios estaba sobre la mesa, por lo que los estrategas estudiaban la posibilidad de que fueran lanzados Gonzalo Castillo o Francisco Javier García.
Javier García no quiso afrontar el reto, quizás porque ha estado cómodo en su puesto de ministro de Turismo, o porque trasuntó que en el círculo íntimo del presidente Medina, el nombre del entonces ministro de Obras Públicas sonaba mejor.
Castillo decidió en 48 horas salir al ruedo frente a Fernández, posiblemente para complacer al presidente Medina y sus cercanos colaboradores que pensaron en él, pero sobre todo para correr con la posibilidad histórica de derrotar al tres veces presidente.
El exministro de Obras Públicas no había sido un militante de renombre en el PLD. Le auxiliaba el haber acompañado durante más de siete años al presidente Medina en inauguraciones de carreteras y obras públicas, y mostraba eficiencia y capacidad.
Una semana después del lanzamiento de Castillo, programas de televisión lo aupaban y un reventón de anuncios publicitarios que pusieron a gritar a los opositores sobre que se estaban usando los fondos del Estado pareció indicar que había mucho precocinado.
Es decir que los estrategas de campaña habrían comenzado a diseñarla, no importa quién resultara el aspirante del sector danilista, o el mismo Presidente de la República en las posibilidades, solo que habría que cambiar nombre y los gestos de la figura.
El principal de ellos, José Ramón Peralta, ministro Administrativo de la Presidencia asegura que Castillo tiene el apoyo de la mayoría del PLD, del Gabinete, de casi todos los senadores, la mayoría de los diputados, de los alcaldes y directores municipales de todo el país.
Castillo cuesta arriba
Pese a las grandes ventajas, el aspirante Castillo va cuesta arriba en la lucha para alcanzar y sobrepasar al expresidente y convencer a los electores en una elección primaria abierta el domingo 6 de octubre, que es el mejor y que puede continuar la obra de Medina.
De hecho, su campaña se ha mantenido firme en las ideas de que seguirá la línea de gobierno del presidente Medina, se basa en que lo apoya la mayoría del partido y aspira a traspasar la popularidad del Presidente a su propia aspiración.
Castillo tiene sus méritos. Al llegar al ministerio de Obras Públicas prácticamente lo transformó al tener a su cargo la construcción de importantes vías, el refuerzo de mantener limpios puentes y elevados y su auxilio a la Alcaldía del Distrito.
El aspirante venció a Reinaldo Pared Pérez, Carlos Amarante Baret, Francisco Domínguez Brito y Temístocles Montás, que eran los principales en la lidia. Al final, mediante encuestas que el sector danilista mantiene “in péctore”, la mayoría acogió bien a Castillo.
Del pequeño grupo de los principales, Pared Pérez se declaró neutral en la lucha entre el doctor Fernández y Castillo, en tanto que anunció que su esposa Ingrid Mendoza, apoyaba al el Presidente. Se cree que los demás poco a poco se sumarán a la campaña de Castillo.
El exministro de Obras Públicas tiene que superar al que ha sido tres veces Presidente y quien por tal razón tiene muchos dolientes. Dos períodos del presidente Medina, en los cuales han estado “abajo” es demasiado tiempo para quienes aprendieron a disfrutar el poder.
Para la base, llamados “compañeritos” que no fueron tocados por la mano proverbial del Estado, la vuelta del doctor Fernández podría ser una solución, algo mucho mejor que un triunfo de la oposición que encarna el Partido Revolucionario Moderno, PRM.
La posibilidad de que Fernández, por la alta tasa de rechazo que le asignan las encuestas, pudiera perder la elección ante Luis Abinader o el expresidente Mejía, cualesquiera que seleccionara el PRM, asusta a la feligresía peledeísta y pone en riesgo a sus líderes.
El doctor Fernández ha tratado el caso como de vida o muerte. Algunas de sus decisiones así lo atestiguan como fuera encabezar con una multitud de partidarios un piquete frente al Congreso Nacional luego de que las autoridades dijeron que sería asaltado.
El peso del Estado
La fuerza del Estado y su peso en un país presidencialista le da beneficio a Castillo. Aparte está el hecho de que muchos electores que no querían ver al presidente Medina en un tercer período, tampoco gustarían de que el doctor Fernández fuera cuatro o cinco veces, lo que la Constitución le permitiría.
Esa preocupación ha hecho que un sector del PLD y los cercanos al presidente Medina hayan lanzado la propuesta de reformar la Constitución, para que el actual Presidente pueda postularse a las elecciones del 2024 y no quede como un condenado dentro del país.
Si se pudiera endosar el apoyo que tiene Medina entre los electores al aspirante Castillo, la situación de Fernández sería difícil. Medina tiene siete años en contacto con el país, con sus pequeños yerros, propuso y logró la tanda extendida en las escuelas.
Le han fallado a Medina los ministros de Educación, pero los padres que tienen a sus niños en las escuelas con tres comidas al día, uniformes y útiles escolares subvencionados, le deben esas reivindicaciones al gobernante que dispuso el 4% para la educación.
Los números que ofrece el Banco Central benefician al candidato oficialista. En un informe de la semana pasada, la institución dijo que la inflación en los primeros ocho meses está situada en 1.99. Los organismos internacionales esperan un crecimiento de sobre el 5% el año que viene, la mayor de la región.
En sus visitas sorpresa a los campos del país, Medina ha propuesto la entrega de subsidios y empréstitos a millares de pequeños agricultores, le ha dado recursos al Banco Agrícola como nunca antes a tasas más suaves que las de la banca privada, para dinamizar el sector agropecuario. Panorama político.