El Gobierno de Canadá ha anunciado este viernes que interpondrá sanciones contra tres líderes pandilleros haitianos en un esfuerzo por ayudar a preservar la paz, la estabilidad y el respeto a los Derechos Humanos en el país.
"A partir de hoy, Canadá estará imponiendo sanciones a tres líderes de pandillas haitianas sospechosos de cometer y dirigir actos criminales violentos y violaciones de Derechos Humanos que socavan la paz, la seguridad y la estabilidad de Haití", ha expresado el Ministerio de Exteriores del país en un comunicado.
Esta acción se enmarca en las Regulaciones de Medidas Económicas Especiales para Haití, que prohíben llevar a cabo transacciones con las "personas en la lista, lo que tiene el efecto de congelar cualquier activo que puedan tener en Canadá", explicó el Ministerio.
Asimismo, las personas sobre las que pesen las referidas sanciones no podrán solicitar su admisión en el país al amparo de la ley de Inmigración y Protección de los Refugiados.
La titular de Exteriores canadiense, Mélanie Joly, ha explicado que el objetivo de estas sanciones es "contrarrestar la escalada de violencia de las pandillas en Haití, que sigue teniendo repercusiones devastadoras en la población haitiana".
En concreto estas últimas sanciones están dirigidas a Luckson Elan, cabeza de la banda Gran Grif; Gabriel Jean-Pierre, líder de la banda Nan Brooklyn y de la alianza G-Pèp; y Ferdens Tilus, número uno de la banda Kokorat San Ras.
"Canadá tiene motivos para creer que estos individuos, como líderes de bandas criminales, participaron en actividades que socavaron la paz, la seguridad y la estabilidad de Haití y que contribuyeron a actos de violaciones flagrantes y sistemáticas de los derechos humanos en el país", ha argumentado el Ejecutivo canadiense.
Joly ha denunciado que las bandas criminales haitianas "operan con impunidad, a menudo con la protección de las élites políticas y económicas", matando "deliberadamente (…) para ampliar su control territorial y aterrorizar a la población".
En este contexto, ha asegurado la funcionaria canadiense, "Canadá seguirá trabajando con sus socios internacionales y las autoridades haitianas para encontrar una solución a la crisis en el país, incluso mediante sanciones y otras medidas dirigidas a quienes apoyan la violencia y la inseguridad en Haití".
"Canadá no se quedará impasible mientras las bandas criminales en Haití cometen una violencia indescriptible, aterrorizan a las poblaciones vulnerables con impunidad y socavan los esfuerzos para restablecer la ley y el orden en el país. Seguiremos apoyando inequívocamente a Haití y a sus ciudadanos, quienes han demostrado una fuerza y una resiliencia increíbles frente a los complejos desafíos de su país", ha sentenciado la ministra.
Haití está inmerso desde hace años en una crisis humanitaria que se ha acrecentado este año con una espiral de violencia a manos de las bandas armadas que obligaron al anterior Ejecutivo a declarar el estado de emergencia y al que fuera primer ministro, Ariel Henry, a dimitir. Entonces, se quedó sin presidente, Parlamento y jefe de Gobierno, por lo que se ha establecido un Consejo Presidencial de Transición de Haití con el fin de cubrir el vacío político.