La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) lanzó la histórica misión ‘Demo 2’, en la que dos astronautas, a bordo de una nave de la compañía SpaceX, abandonaron la tierra rumbo a la Estación Espacial Internacional.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el vicepresidente Mike Pence asistieron al lanzamiento.
El pasado miércoles, la misión fue suspendida en el último momento por la llegada de la tormenta tropical Berta, pero hoy el pronóstico climático ayudó para que, por primera vez en la historia, una compañía aeroespacial privada llevará a dos astronautas al emblemático laboratorio espacial.
Los veteranos astronautas de la NASA, Doug Hurley y Bob Behnken viajan a la Estación Espacial Internacional en el cohete Falcon 9, que transportará la cápsula Crew Dragon. De esta manera, se convierte en el lanzamiento tripulado llevado a cabo desde suelo estadounidense desde 2011.
Hace casi una década EE.UU. decidió dar un paso atrás debido al elevado coste de este tipo de misiones. Desde entonces han sido China y, sobre todo, Rusia las naciones que han posibilitado el traslado de seres humanos a las estrellas.
De hecho, en los últimos años Washington había confiado a Rusia el envío de sus astronautas, gracias a la nave Soyuz, que habitualmente despega desde la base kazaja de Baikonur, una instalación financiada, en cualquier caso, por Moscú.
Sin embargo, la entrada en juego del sector privado en la carrera espacial parecen haberle dado un nuevo impulso a Washington, que ahora incluso trabaja en la posibilidad de enviar una misión tripulada a Marte, en el año 2024.
El despegue se llevó a cabo, a las 15:22 hora local (19:22 GMT), desde la plataforma de lanzamiento 39-A en el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos.