Joshua Phillips viajaba recientemente a bordo de un bote en Puget Sound frente a la costa de Washington cuando de repente vio algo inesperado: un par de enormes leones marinos haciendo lo mismo casualmente.
Mientras nadaban, los enormes mamíferos marinos decidieron descansar sus aletas por un tiempo tomando prestado el barco de alguien (relativamente pequeño) para que se recostara encima. El bote, como verá, no fue diseñado exactamente para manejar a esos pasajeros gigantes.
Aunque no está claro quién es el propietario de la embarcación, o cuánto tiempo la pareja estuvo allí, el avistamiento inusual coloca el tamaño gigante de los animales en una nueva perspectiva.