Los sistemas de defensa antiaérea S-400 se pusieron a prueba en los cielos de la región de Astraján, en el polígono militar de Ashuluk.
"Como parte del ejercicio, los artilleros antiaéreos repelieron un ataque masivo con misiles, destruyendo los misiles-blancos que imitan los medios de ataque aéreo actuales y futuros de un enemigo virtual", informó el Ministerio de Defensa de Rusia.
El S-400 es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos. Con un alcance de hasta 400 kilómetros, los misiles interceptores del sistema pueden eliminar a blancos ubicados a alturas de hasta 3.000 metros.