El vuelo LM462 de Loganair que se dirigía desde Southend (Inglaterra) hacia Derry (Irlanda del Norte) el sábado 21 de diciembre se retrasó debido al mal tiempo. Sin embargo, cuando se acercaba la hora del despegue, el personal de la aerolínea pidió a cinco pasajeros que abandonaran el avión porque estaba «demasiado pesado» para volar.
El hecho fue denunciado por el periodista Ben Kelly de The Independent que estaba a bordo de la aeronave. «Mi vuelo a Derry tiene alrededor de 50 personas y ahora nos dicen que es demasiado pesado. Se pide que 5 personas bajen del vuelo para que pueda salir. Nadie se ofrece voluntario», escribió en Twitter el reportero.
Kelly explicó que la alternativa que se ofrecía a los pasajeros era tomar otro vuelo desde un aeropuerto diferente. Finalmente, tres pasajeros desembarcaron voluntariamente y dos personas más, las últimas en registrarse, fueron seleccionadas para abandonar el avión.
Explicación de la aerolínea
La compañía confirmó al diario británico que se cubrieron todos los costos de los pasajeros afectados y se ofreció una compensación económica de 250 euros (277 dólares).
Además, pidió disculpas por el retraso y señaló que la razón principal de la demora fue el mal tiempo en la ciudad de destino.
Por su parte, el directivo ejecutivo de la firma Jonathan Hinkles explicó que «cuando el clima se despejó en Derry, una combinación de baja presión y lluvia dejó la superficie de la pista en Southend en una condición que impuso limitaciones en el rendimiento del avión. En consecuencia, el avión superó su peso máximo de despegue disponible»