Una fuerte vigilancia, que incluye tanquetas y decenas de militares fuertemente armados, mantienen acordonada toda la franja fronteriza entre Haití y República Dominicana, por la provincia Dajabón.
El despliegue militar forma parte de las medidas de seguridad implementadas tras el cierre de la frontera este miércoles por parte del Gobierno dominicano con el propósito de que se detenga la excavación de un canal, para desviar el agua del río Masacre.
Además, para capturar a los haitianos prófugos que participaron en el cuádruple crimen realizado en una vivienda en la comunidad Barrera en Aminilla, de la provincia Dajabón.
Los organismos de seguridad del Estado solo permitieron este miércoles que los haitianos salieran del país.