Cada 10 de septiembre marca el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una fecha crucial para sensibilizar sobre uno de los problemas de salud pública más graves a nivel global. En la República Dominicana, la incidencia de problemas de salud mental ha aumentado significativamente desde el inicio de la pandemia por COVID-19, afectando tanto a los centros públicos como privados de psicología y psiquiatría.
Cifras alarmantes y necesidad de acción
Las estadísticas revelan que los suicidios son una de las principales causas de muerte en personas tanto mayores de 60 años como por debajo de esta edad. Cada año, se registran alrededor de 800 mil casos de suicidio a nivel mundial. Además de numerosos intentos que dejan secuelas duraderas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el suicidio supera en número a muertes por VIH, cáncer de mama, paludismo y homicidios, convirtiéndose en una crisis urgente que requiere atención inmediata.
Estrategias para la prevención del suicidio
La OMS ha desarrollado cuatro estrategias clave para combatir el suicidio, que se centran en:
Limitar el acceso a medios de suicidio: Restringir el acceso a métodos comunes de suicidio, como armas de fuego y plaguicidas.
Formar a los medios de comunicación: Asegurar que los medios cubran los suicidios de manera responsable, evitando la glorificación o la difusión inadecuada.
Fomentar competencias socioemocionales: Promover habilidades emocionales y de vida en adolescentes para fortalecer su resiliencia.
Detección temprana y seguimiento: Identificar, evaluar y seguir a personas con pensamientos suicidas para proporcionar apoyo adecuado.
Importancia de las redes de apoyo
Establecer redes efectivas de contención y apoyo psicológico es esencial para prevenir suicidios y ofrecer ayuda a quienes han intentado quitarse la vida. Vivir conflictos, catástrofes, violencia, abusos y aislamiento son factores que incrementan el riesgo de conductas suicidas, según la OMS.
El Día Mundial para la Prevención del Suicidio sirve para recordar la importancia de estas estrategias. También la necesidad de un esfuerzo colectivo para mejorar la salud mental. En la República Dominicana, es fundamental continuar desarrollando e implementando estos enfoques para reducir el impacto del suicidio y apoyar a quienes más lo necesitan.
Otra forma esencial y de mucha importancia es nombrar los psicólogos que aún están desempleados en el país.