La Iglesia Católica consideró que cuando una sociedad se vuelve indiferente, y ve el dolor y la tragedia como un episodio más, está cerca del abismo y la desaparición.
Llama a no permitir que los violentos hagan de la patria querida un infierno.
“Cuando un pueblo mira las muertes violentas y se queda sumando nuevas víctimas, como si fuera una operación matemática, entonces estamos frente a un conglomerado que perdió el rumbo, dejando atrás los valores que dan sentido a nuestra existencia”, expresa el editorial del semanario camino, órgano del Arzobispado de Santiago y la Conferencia del Episcopado Dominicano.
Indica que en el país, lamentablemente se está caminando hacia ese espacio horrible.
Y agrega, que ya las noticias que narran crímenes horrendos están siendo cotidianas.
“Estamos perdiendo la capacidad de asombro frente al mal, y muchas personas están olvidando el mandato divino de: No Matarás”, apunta.
Camino expresa que una parte de la sociedad dominicana está socialmente enferma y lo demuestra que un desacuerdo se resuelve con balas, mientras el diálogo apaciguador ha quedado atrás.
Refiere que las palabras conciliadoras están siendo sustituidas por armas de fuego.
Indica que es la hora de cambiar este panorama sombrío.
“Tenemos que gritar por todas partes, de que es urgente propiciar una cultura de paz, y que otro mundo fraterno es posible. Mientras tanto, sugerimos a las autoridades gubernamentales, revisar urgentemente los requisitos para quienes deseen portar un arma de fuego”, puntualiza.
La Iglesia se pregunta cuántos dominicanos hoy llevan al cinto un revólver o pistola sin tener la menor aptitud para portarla.
Finalmente considera necesario prevenir desgracias que dicen se evitarían si existiera en el país un verdadero control en esta materia.