Sector educativo dominicano dividido por cuándo volver a las aulas


Los resultados de la encuesta realizada por Acción Empresarial por la Educación (Educa) para conocer la opinión de los padres respecto a la educación en línea durante la pandemia y que refleja que un 59.53 % respalda que sus hijos vuelvan a clases parcialmente presencial, serían un reflejo de lo que la mayoría de los actores del sistema educativo aspira.

Miembros del movimiento social Educación Digna, personal de salud y la propia Asociación Dominicana de Profesores (ADP) están a favor de que la docencia sea presencial. Sin embargo, el cuándo y el cómo ponen un freno a los deseos de cada uno y los hacen diferir.

El miércoles, el Consejo Nacional de Educación aprobó, según declaró el ministro de Educación, Roberto Furcal, el protocolo preliminar para el retorno a las aulas gradual, voluntario, seguro, que habría contado con el consentimiento de la mesa técnica, conformada por los ministerios de Educación y de Salud Pública.

La decisión da respuesta a los reclamos de organizaciones de padres de clase media y alta que han protestado en demanda de esa medida. Pero el estudio de Educa, que concentra el 50 % de los encuestada en las provincias Santiago, Santo Domingo y el Distrito Nacional, señala que la mayor preferencia por el retorno parcial a las aulas se da en la población de menores recursos económicos (quintil 1), con un 69 %, frente al 52 % de los de mayores recursos (quintil 5).

También indica que cuanto más bajo el nivel educativo de la madre, mayor el porcentaje de las que quieren la presencialidad. Así que el 85.71 % de las que no tiene ningún nivel educativo prefieren un retorno a las aulas, seguido de un 69.05 % de las que han cursado menos del 8vo curso de básica.

Entre las madres con carrera universitaria y con maestrías, los porcentajes son de 56.52 % y 60.00 % respectivamente. Por género, se mostró a favor el 57.2 % entre las madres o tutoras, y sube a un 61.78 % entre padres o tutores.

Una de las razones que, según el estudio, empujan esa preferencia estaría en la calidad de la enseñanza a distancia. La encuesta, aplicada vía telefónica a una muestra de 386 personas, señala que el 51. 04 % de los padres cree que sus hijos aprenden ahora menos que antes de la pandemia, y un 4.66 % cree que no aprenden nada.

Contrario opinó el 16 % que cree que ahora, mediante las distintas modalidades de educación a distancia, se aprende más, y otro 26.17 que cree que se aprende lo mismo. En esos dos grupos, un 53.23 % y un 52.48 %, respectivamente, prefieren que las clases continúen a distancia, mientras que entre los que perciben que los niños aprenden menos, su inclinación hacia la presencialidad educativa es de 67 %.

Sin embargo, la decisión de hasta cuándo continuar virtual y regresar a lo presencial queda sujeta al tiempo que se tome crear las condiciones apropiadas en un país donde, de acuerdo a la ADP, muchos planteles públicos no tienen siquiera disponibilidad de agua para el lavado de las manos como demanda el protocolo sanitario para el manejo de la pandemia del COVID-19.

Un borrador de la resolución que contiene lo aprobado por el Consejo Nacional de Educación, del que DL obtuvo copias, no especifica cuándo podría iniciar la docencia presencial. Sí indica que los Ministerios de Educación y Salud Pública deben presentar para la próxima semana “un cronograma para el regreso escalonado a las aulas, que tomará en cuenta el proceso de vacunación que se está llevando a cabo”.

De acuerdo con el ministro Roberto Furcal, el retorno a las aulas sería en el presente año escolar, pero algunos sectores consideran que esto dependerá de que se puedan crear las condiciones físicas y de logística para lograr la seguridad de salud requerida en cada plantel.

El exministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, entiende que la presencialidad en las escuelas se debe organizar mediante la definición de un protocolo que lleve el diseño, vigilancia y seguimiento conjunto de los ministerios de Salud Pública y de Educación.

Dicho protocolo tiene que incluir el mantenimiento de al menos 1.5 metros de la distancia entre alumnos, medidas generales de higiene, como uso de mascarilla y lavado frecuente de las manos, evitar aglomeraciones y con aforos no mayor del 50 % de los alumnos en cada tanda educativa.

También habrá que vacunar a los profesores contra la COVID-19 y realizar las pruebas de detección del virus previo a su inicio a clases, plantea Sánchez Cárdenas que previo a su gestión como ministro de Salud, fue funcionario del Ministerio de Educación Superior por varios años.

Sobre los niveles de contagios generales, que según el estudio de Educa solo afectó al 13.73 % de los hogares encuestados, el exministro entiende que lo ideal para pasar a la presencialidad educativa serían una positividad menor del 15 %.

El boletín epidemiológico que emite el Ministerio de Salud Pública muestra una positividad acumulada para las últimas cuatro semanas de 13.33 %. Para la fecha, la positividad del día es de 17.34 %, con 746 casos positivos en un total de 4,302 muestras realizadas. Las defunciones por COVID-19 sumaron nueve este jueves..

Sin embargo, por provincias, hay al menos unas 13 que presentan menos de un 10 % de positividad, aunque las grandes urbes como Santo Domingo, Santiago y el Distrito Nacional se encuentran por encima del 15 %.

María Teresa Cabrera, activista del movimiento Marcha Verde y miembro de la ADP, se suma al planteamiento de Sánchez Cárdenas, de que se tiene que definir y asegurar un protocolo sanitario previo al inicio de las clases en el aula y mejorar las condiciones de los planteles. Entiende que, probablemente, hasta el inicio del próximo año escolar (2021-2022), no se puede contar con un retorno total y seguro de los estudiantes a las aulas.

“Lo que se ha acordado en el Consejo es hacer el levantamiento de las condiciones y a partir de ahí acelerar el proceso de vacunación de los docentes, que serían los que están en riesgo. Sobre todo los que tienen condiciones de salud”, comenta la educadora.

Dice que como todos, los profesores sueñan con que la situación de la pandemia pueda ser superada, “pues no hay dudas de que hay un impacto fuerte en la educación. Son muchos los niños, adolescentes, que han quedado fuera”.

Igual opina Mario Bergés, directivo de Educación Digna, quien considera que muchos niños no han podido ponerse a la par con los contenidos. “Imagínate, si cuando era presencial había dificultad, más ahora, en que no todos tienen acceso a los contenidos”, se cuestiona.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *