¿SE PIERDE LA VIDA AL MORIR?

 1 de septiembre del 2024
No lo creo. Y no lo creo porque el mundo esta lleno de muertos vivientes.

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.” Efesios 2:2-3.

En el libro de Mateo capitulo 8 versículo 22 la Biblia narra una historia muy interesante y que ilustra claramente lo anterior, y es acerca de un escriba que le dice a Jesús: Maestro, te seguiré dondequiera que vayas. Jesús le responde: Las zorras tienen guaridas y las aves del cielo tienen nido, mas el hijo del hombre (asi se hacía llamar Jesús), no tiene donde recostar su cabeza. Jesús le esta diciendo, son errante, me seguirás aun sin saber donde vas a descansar por las noches?

Y en el verso 21 es donde esta lo realmente interesante de este relato: Otro de sus discípulos se acerca y le dice: Maestro, permite que vaya primero y entierre a mi padre. Jesús le responde: SIGUEME, DEJA QUE LOS MUERTOS ENTIERREN A SUS MUERTOS.

Dra Dionny Batista en San Juan de la Maguana
Dra Dionny Batista en San Juan de la Maguana

Este relato es interesante porque Jesús nos esta diciendo, que una vida sin El, es vivir muertos, aunque estemos respirando y caminando y ejecutando todas nuestras labores de manera normal.

En televisión hay una serie que ilustra perfectamente lo que acabo de decir, se llama “The Wolking dead”. En esta serie se ve a las personas con ropas andrajosas, rostros casi deshechos, ojos salidos y con un caminar lento y aterrador, se suponía que estaban muertos. Eran muertos vivientes.

Cuando le decimos a alguna persona, que sin Cristo está muerto en vida, quizás no lo entienda, pero el Apóstol Pablo lo ilustra muy bien en Efesio “:2-3, señalado más arriba.

Estamos muertos. Sin Cristo somos muertos vivientes. Los que nos devuelve a la vida es Cristo. Es enlistarnos en su ejército. Es vivir para servir su voluntad.

La palabra " muerto " en el idioma griego es la palabra nekros. Proviene de la palabra nekus , que significa "cadáver". Un cadáver es aquel cuerpo que no tiene vida. Una persona que no quiere reconocer a Cristo como Salvador, es un ser humano sin vida espiritual.

Al no tener a Cristo en nuestros corazones, estamos ya muertos:

Vivimos las vidas de otras personas, en lugar de vivir nuestras propias vidas. Juzgamos, murmuramos, criticamos, levantamos falsos testimonios. Todo eso es señal de muerte en vida.

No estamos contentos con nuestros logros, queremos los logros de otros, porque la envidia se enseñorea en nuestros corazones.

Para alcanzar nuestras metas somos capaces hasta de vender nuestra alma al diablo, que de todos modos ya la tiene, porque no hemos confesado a Cristo.

La Biblia también describe con otros términos al que no tiene a Cristo, les llama:
Ciego (2 Corintios 4:3-4).
Esclavo del pecado (Romanos 6:17).
Amante de las tinieblas (Juan 3:19-20).
Enfermo (Marcos 2:17).
Perdido (Lucas 15).
Extranjero, desconocido, forastero (Efesios 2:12, 2:19).
Hijo de ira (Efesios 2:3).
Bajo el poder de las tinieblas (Colosenses 1:13).

El deseo de Dios para nosotros es que tengamos una vida de significado y propósito.

Hay una pregunta que todos debemos hacernos: ¿Estamos realmente vivos o somos muertos vivientes, zombis espirituales que parecemos estar vivos, pero estamos en el interior?

Si te reconoces como un muerto viviente, la buena noticia es que Dios ya pago por tu rescate con la vida de su hijo Jesús. Lo único que debes hacer es confesarle como tu Señor y Salvador, arrepentirte y apartarte del pecado. El rescato se pagó, ahora te toca aceptar la libertad, te toca sellar el pasaporte a la vida eterna.

Dios les bendiga
Con amor,
Dionni Batista.

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