Autor: J. F. Encarnación
Versículo Clave: "Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo." (1 Tesalonicenses 5:23 RVR 1960).
La venida de Cristo es una realidad inminente, y debemos estar preparados para recibirle. Jesús nos advirtió en Mateo 24:44: “Por tanto, también vosotros estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.” Su regreso será repentino, y no hay tiempo que perder. Como creyentes, debemos vivir en una constante expectativa de Su retorno, sabiendo que en cualquier momento seremos arrebatados con Él en el aire, como nos dice 1 Tesalonicenses 4:16-17. Este es el llamado a estar alerta y vivir en santidad, listos para ser transformados en Su presencia.
Para estar preparados, nuestra vida debe reflejar la santidad de Dios en cada área. 1 Pedro 1:15-16 nos exhorta: “Sino, como Aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir.” Esto no es solo una invitación a vivir con pureza, sino una exhortación a ser transformados en todo lo que somos. Vivamos una vida en santidad integral, de manera que todo lo que somos: nuestra manera de pensar, nuestra manera de hablar, nuestra manera de tratar a los demás y nuestra manera de vestir honre y glorifique a Dios. Todo debe reflejar el carácter de Cristo. Debemos permitir que cada área de nuestra vida esté en armonía con Su voluntad y que nuestra conducta sea un testimonio de Su gloria.
La santidad es algo integral, que involucra nuestra mente, nuestros actos y nuestras palabras. En Filipenses 4:8, se nos instruye: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Vivir en santidad no es solo un esfuerzo en acciones externas, sino también en el corazón y los pensamientos. Debemos permitir que el Espíritu Santo transforme nuestras mentes y corazones para que todo lo que hagamos honre a Dios, de manera que nuestras palabras y nuestras actitudes reflejen Su gracia.
Hoy, la exhortación es clara: vivamos una vida de santidad, conscientes de que el regreso de Cristo está cerca. En Hebreos 12:14 se nos dice: “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” Vivir en santidad no es opcional para el creyente, sino un mandato que prepara nuestro corazón para Su venida. No somos perfectos, pero en nuestra debilidad, Su gracia es suficiente (2 Corintios 12:9). Depender de la fortaleza del Espíritu Santo es la clave para caminar en integridad. Que cada área de nuestra vida, desde nuestros pensamientos hasta nuestras acciones, refleje nuestra preparación para encontrarnos con Él, viviendo para Su gloria y honra.
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Frase de hoy: " No hay tiempo que perder. Cristo viene y el reloj está corriendo."
José Luis Ávila (Yiye Ávila)
