San Francisco de Macorís y toda la provincia Duarte está de luto. No para de llorar la muerte de los cinco adolescentes que perdieron la vida en el accidente de tránsito ocurrido la madrugada del domingo en Ranchito, La Vega, al norte de República Dominicana.
Este lunes antes del sepelio se ha realizado una misa de cuerpo presente en la catedral Santa Ana, donde al igual que el domingo en la tarde, las familias de Luis Jesús Almonó, Camil Francisco Rodríguez, Emil Suárez Ledesma, los tres de 15 años, y Miguel Ángel de la Cruz, se unieron para exponer los cuerpos en el colegio La Altagracia, donde estudiaban los muchachos.
A Navil Piña de la Rosa, de 16 años, que también fue expuesto en el colegio el domingo, le realizaron una misa de cuerpo presente en Pimentel, municipio también de la provincia Duarte.
Estaban todos en el bachillerato, vivían cerca y compartían como amigos más allá de las aulas y las relaciones que se pueden hacer dentro de un centro educativo.
“Son cinco sueños y futuros profesionales que se pierden en San Francisco, no entiendo qué pasó, porque esos muchachos no se les habían salido de las manos a su padres”, decía un allegado a las familias que hoy no encuentran consuelo por la pérdida.
En la catedral Santa Ana de San Francisco de Macorís este lunes fue notoria la consternación y el duelo que se vive. Toda la comunidad ha llenado este templo para llorar a sus cinco muchachos.
Estaban de fiesta el sábado en la noche:
De acuerdo a versiones de familiares, el sábado 14 de junio, horas antes de la tragedia, los muchachos estaban compartiendo en un cumpleaños, y luego de ahí todos fueron llevados a sus casas.
Más tarde, uno de ellos tomó las llave del vehículo Toyota Corolla, color negro, salió en pijama a buscar a los demás y salieron sin el consentimiento de sus padres.
“Viejo, fuimos casi llegando a la capital y nos devolvimos; Miguel está loco… la curva a 180, y ahora vamos a La Vega y compramos más bebidas. Muchachos los quiero, si hoy me muero”, escribió por WhatsApp uno de los cinco muchachos que fallecieron.
Los cuerpos de cuatro de los adolescentes han sido sepultados en los cementerios de San Francisco de Macorís, mientras que el de Navil Piña de la Rosa, fue sepultado en el campo santo de Pimentel.