Autor: J. F. Encarnación
Versículo Clave: "Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico." (Marcos 2:4 RVR 1960).
A veces, en la vida, te enfrentas a situaciones que parecen imposibles de superar. Sientes que todo está en tu contra, que los obstáculos son demasiado grandes, y que nunca alcanzarás aquello que necesitas. Sin embargo, la historia del paralítico que fue sanado por Jesús te enseña que, cuando tienes fe, incluso los obstáculos más imponentes pueden ser derribados. Los amigos del paralítico no se rindieron ante la multitud que bloqueaba su acceso a Jesús. En lugar de rendirse, buscaron una forma de romper el techo, literalmente, para llevar a su amigo hasta Él. Hoy, tú también puedes romper ese techo de limitaciones que te impide recibir el milagro que Dios tiene preparado para ti.
A lo largo de las Escrituras, muchas personas se acercaron a Jesús con fe y recibieron milagros. La mujer con flujo de sangre, Bartimeo el ciego y Jairo, el líder de la sinagoga, son solo algunos ejemplos de aquellos que, a pesar de las dificultades, no dejaron de acercarse a Jesús. Cada uno rompió sus propios techos de desesperación, duda y desesperanza, y recibieron lo que solo Jesús podía dar: sanidad, restauración y una nueva oportunidad.
A menudo, esos techos que te impiden recibir el milagro de Dios son invisibles, pero igual de reales. Tal vez tu techo sea la inseguridad o la falta de confianza en lo que Dios puede hacer por ti. Quizás sea el dolor del pasado, la falta de perdón o el temor de que no merezcas lo que Dios tiene para ti. Estos techos pueden tomar muchas formas, pero cada uno de ellos te está alejando del milagro que Dios tiene preparado para ti. Recuerda que todo aquel que se acerca al Señor con fe recibe su milagro, y Él está esperando que des el paso, sin importar los obstáculos. La Escritura dice en Santiago 4:8, "Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros." Dios está cerca de ti, solo necesitas acercarte a Él con un corazón lleno de fe.
El milagro que Jesús hizo no solo fue físico; fue una restauración completa, que incluyó el perdón de los pecados. Jesús no solo quiere sanar tu cuerpo, sino restaurar tu alma, tu corazón y tu vida entera. Hoy, Él te invita a romper el techo que te impide recibir todo lo que tiene para ti, pues todo aquel que se acerca al Señor con fe recibe su milagro.
Hoy decide romper todo tipo de techo y obstáculo que impide que puedas ver el milagro de Dios en tu vida, dejando atrás tus miedos, dudas y limitaciones, y acercándote con fe al único que puede transformar tu situación y convertirte en un testimonio vivo de su Poder.
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