Santo Domingo, REPÚBLICA DOMINICANA.- El candidato presidencial por el Partido Nacional Voluntad Ciudadana (PNVC), Ramfis Trujillo, respondió este sábado a las declaraciones del presidente de Haití, Jovenel Moise, relativas las voces que en la República Dominicana piden la construcción de un muro en la frontera entre ambos países.
El mandatario haitiano dijo en una entrevista con Efe publicada hoy que no presta atención a quienes, como Trujillo, abogan por levantar la estructura entre ambos territorios, que solo se preocupa por los asuntos de Haití y por mantener el principio del respeto a su soberanía, y opinó que «el mundo es una aldea».
Ante esas declaraciones, Trujillo, que tiene la construcción de ese muro como parte de su programa electoral de cara los comicios de 2020, manifestó que «República Dominicana no es una aldea y aquí no caben dos banderas.»
«Los haitianos deben vivir en Haití, pues nosotros no podemos seguir soportando el peso de esa inmigración ilegal masiva, que se ha agravado con la crisis gestada por Jovenel, por su interés personal de seguir en el poder, aun cuando el pueblo lleva casi un año exigiendo su dimisión», afirmó en un comunicado de prensa.
Asimismo, recordó que el país «fue declarado libre, independiente y soberana de toda potencia extranjera, tras la emancipación del yugo haitiano en 1844. Un muro físico garantiza que esta voluntad consagrada en nuestra Carta Magna prevalezca y permanezca», insistió.
En cuanto al principio de soberanía alegado por el presidente haitiano, Trujillo explicó que la construcción del muro se hace sobre la base de la soberanía establecida en la Constitución dominicana y el «derecho inviolable de preservar nuestra integridad territorial», puntualizó.
La nota de prensa recuerda, además, que Moise advirtió recientemente de la «crisis humanitaria» que suffe Haití tras meses de inestabilidad, situación que para el político dominicano podría arrastrar a la República Dominicana «a una tragedia nacional».
Desde mitad de septiembre se han registrado intensas movilizaciones en Haití convocadas por la oposición para exigir la renuncia de Moise, protestas en muchos casos violentas, que han llevado a miles de personas a las calles de Puerto Príncipe y otras ciudades, paralizando toda actividad en el contexto de una sociedad marcada por la desigualdad social, la corrupción y la inseguridad.
Trujillo, nieto del dictador Rafael Trujillo, quien en 1937 ordenó matar a miles de haitianos, no es el único candidato partidario emular en la isla La Española, que comparten ambos países, al mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, con su muro en la frontera de México.
El otro es el conservador Quique Antún, líder del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), formación fundada por el expresidente Joaquín Balaguer, heredero político de Trujillo y quien encabezó un régimen autoritario entre 1966 y 1978 y luego volvió a la jefatura del Estado en épocas posteriores.
Ambos políticos han alertado de una inminente «invasión» haitiana a consecuencia de la honda crisis sociopolítica que vive el país más pobre de América.
También se han oído voces a favor del muro entre algunos políticos de los partidos mayoritarios, no así entre los principales candidatos a la Presidencia en las elecciones de mayo de 2020.
Cerca de 700,000 haitianos residen legalmente en la República Dominicana, país de 10 millones de habitantes, pero se calcula que, contando a los indocumentados, la cifra de inmigrantes haitianos puede superar el millón.
Las autoridades dominicanas deportaron en 2018 a 57,000 haitianos, según cifras oficiales, y todos los meses siguen expulsando a miles de inmigrantes de ese país que cruzaron la frontera de forma irregular.