El cuerpo es asimétrico, ¿sabías? Esto quiere decir que, aunque a simple vista no lo parezca, ambas mitades no son iguales. Las extremidades son de diferente tamaño y lo mismo sucede con otras partes del cuerpo. En el caso de los hombres, esto también sucede con sus testículos.
Es normal que sean de un tamaño diferente y muchas personas temen que esto signifique un problema para la salud o incluso, debido a un insólito mito aún persistente, un síntoma de infertilidad. Debemos decirte que esto es natural y no representa ningún problema en términos generales.
¿Cuándo debes preocuparte? Si la diferencia de tamaños es muy notoria, porque podría significar que entonces si hay un problema subyacente. Una forma sencilla de hacer un autochequeo es palpar el área testicular de manera recurrente, al bañarte por ejemplo. Si notas algo anormal, como un cambio en la piel, hipersensibilidad o protuberancias, no dudes en consultar al médico.
Hay algunas enfermedades que inflaman los testículos, como la epididimitis, que si además de la inflamación está acompañada de dolores o ardores al orinar, puede ser una infección por clamidia.
No todas las protuberancias son peligrosas. Siempre debes consultar a un médico, pero si percibes unas pequeñas bolas sin dolor, es posible que sean quistes causados por acumulación de líquido en el área y no necesitan tratamiento. Algo similar sucede con la hidrocele, que también es acumulación de fluidos. De todas formas, una vez más te reiteramos que consultes ante cualquier protuberancia, porque también podría tratarse de un quiste relacionado al cáncer testicular.