Las autoridades de Estados Unidos confiscaron un avión utilizado por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que se encontraba en República Dominicana y lo trasladaron al sur de Florida.
El Departamento de Justicia precisó que la aeronave fue incautada a petición de Estados Unidos, debido a “violaciones de las leyes estadounidenses de control de exportaciones y sanciones”.
En respuesta, el canciller venezolano, Yvan Gil, acusó en un comunicado a Estados Unidos de cometer "una práctica criminal reincidente, que no puede ser calificada de otra cosa que no sea piratería".
Añadió que Venezuela se "reserva el derecho de emprender cualquier acción legal" para reparar el daño causado a la Nación por esta medida.
La noticia sobre la incautación de la aeronave fue divulgada por una nota de prensa del departamento de Justicia en la que el Fiscal General Merrick B. Garland dijo: “Esta mañana (2 de septiembre), el Departamento de Justicia confiscó un avión que alegamos fue comprado ilegalmente por 13 millones de dólares a través de una empresa fantasma y sacado de contrabando de Estados Unidos para que lo utilizaran Nicolás Maduro y sus secuaces”.