Por Geury Sánchez
Padre Las Casas:-La noche del sábado, siendo las once de la noche, fue sacada del hospital municipal una menor, con afecciones graves de salud, para ser trasladada a un centro de la provincia de Azua.
Sin embargo minutos después, la ambulancia regresó a PLC y la paciente fue depositada en emergencia otra vez.
Al preguntar al chofer del vehículo de emergencias sobre el por qué del regreso, este le dijo a la doctora de turno y a las enfermeras, que ya llegando a la comunidad de Las Yayas, le preguntó a la madre por los mil pesos "para el combustible" y que como no los tenía se devolvió.
El acto fue reprochado por el personal médico, enfermeras y personas que en ese momento allí estaban, pero el chofer dijo que esas eran sus órdenes superiores.
Después de mucho rato de incertidumbre y desesperación por parte de la madre y padecimiento de la niña, fue necesario que un ciudadano allí presente le regalara los mil pesos a la madre de la niña, residente en Villa Ocoa Viejo, para que emprendieran el tan necesario viaje.
La ambulancia tenía combustible, pues "La Bruja", como es conocido el chofer, dijo que si la doctora autorizaba el viaje, él lo hacía, pero fue imposible la comunicación con esta.
El cobro por el uso de la ambulancia ha sido una práctica de todas las administraciones del hospital, lo que nunca se había visto, es la acción indolente e inhumana, de retornar al paciente luego de varios kilómetros recorridos.