De cada 100 francomacorisanos que se infectan con el coronavirus, 21 pierden la vida. Esa es la tendencia porcentual que vienen reflejando las estadísticas epidemiológicas que muestran que de los 112 casos positivos reportados a la fecha, 24 han terminado en muerte en la primera demarcación del país en reportar circulación comunitaria del virus.
La víctima más reciente es María Encarnación Núñez, esposa del gobernador provincial, Luis Núñez Pantaleón, quien también ha dado positivo al virus y permanece hospitalizado en el Hospital Militar Ramón de Lara, luego de que ambos fueran referidos desde la provincia Duarte con serias complicaciones de salud.
Las razones para explicar tan elevada mortalidad son variadas, comenzando con que los centros de salud públicos y privados de esa localidad del Nordeste del país con una población de más de 400 mil habitantes, solo cuentan con 25 ventiladores, imprescindibles para los pacientes que desarrollan complicaciones asociadas con la enfermedad, de los cuales, cuatro están en el hospital municipal San Vicente de Paúl y los 21 restantes en las clínicas privadas.
Aunque en el boletín epidemiológico de este viernes, solo se reportaron dos casos nuevos de COVID-19 que pudieran suponer la baja de la curva ascendente de hace unas semanas, una razón que podría estar incidiendo en las estadísticas de letalidad es la baja cantidad de pruebas PCR realizadas en la provincia.
En declaraciones a la emisora Z101, el doctor Ramón Mena, presidente del Consejo Directivo de la clínica Siglo 21, donde se han atendido la mayoría de los pacientes debido a las pésimas condiciones del hospital municipal, aseguró que desde algunos días en la provincia Duarte no se están realizando pruebas PCR por la escasez de estos insumos en el país, por lo que el diagnóstico se está realizando mediante clínica y los hallazgos de tomografías que marcan características bien definidas de la enfermedad en el área de los pulmones.
En ese sentido, dijo que están a la espera de la llegada de las pruebas rápidas para contribuir a mejorar los diagnósticos y frenar la cadena de propagación del virus.
Por su parte, el ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, aseguró que está contemplada la instalación de más ventiladores para la atención de los pacientes graves, aunque no especificó cuántos ni cuándo llegarían.
Según el funcionario, la presión del contagio experimentado hace algunas semanas ha comenzado a bajar, gracias a las medidas tomadas por el Gobierno, como el aislamiento social y los operativos de fumigación, limpieza de calles y desinfección de casas donde alguno de sus miembros han resultado positivos al virus.
Hace algunas semanas, el ministro atribuyó la propagación de la enfermedad, a la celebración de eventos masivos como las actividades proselitistas derivadas de las pasadas elecciones municipales, a la celebración de la fiesta de carnaval con presencia de macorisanos ausentes y a otras fiestas masivas, descargando así la responsabilidad atribuida a la primera paciente que resultó positiva al virus, y quien violó todas las recomendaciones de aislamiento para evitar la infección de otras personas.
Asimismo, ha resaltado la inobservancia de las normas de distanciamiento social dictadas para frenar la cadena de contagio, con la realización de peleas de gallos, juegos de vitilla y de dominó, entre otras actividades que implican el intercambio interpersonal cercano.