Los hechos le ocurrieron a un oficial de mando único en el estado de Morelos, en México.
El oficial tuvo que ir a una casa en la que se llevaba a cabo una fiesta gay, por cuenta de las quejas de los vecinos, puesto que la música estaba muy duro y había mucho desorden en los alrededores.
Pero, para su sorpresa, apenas puso un pie dentro de la propiedad, las personas empezaron a aplaudirle y se le botaron encima para tratar de desvestirlo.
A pesar de que gritaba con todas sus fuerzas que lo soltaran, terminaron llevándolo a un cuarto en donde alcanzaron a quitarle la parte de arriba del uniforme.
Al respecto, el oficial dijo lo siguiente La Vanguardia de México, a manera de broma: “Creo que una cuestión de gusto personal, pero no creo que estos uniformes sean muy favorecedores, así que supongo que esta confusión es algo halagador”.
Lo cierto es que el oficial fue rescatado por un colega, que al ver que tardaba mucho, decidió entrar para ver lo que ocurría. Cuando encontró a su colega las personas de la fiesta entendieron la verdadera situación y se sintieron apenados, sin embargo, 15 de ellos fueron llevados a una estación de Policía.