El avance progresivo hacia la normalidad develó el descuido en las medidas de prevención del contagio y propagación del coronavirus en los medios de transporte, especialmente en el Metro de Santo Domingo.
Las medidas que en un momento eran obligatorias son las que hoy brillan por su ausencia. Como mantener el distanciamiento social en los vagones, la toma de temperatura previo a ingresar a las estaciones, el respeto a las señales ubicadas en el piso o el hecho de que en un asiento de cuatro personas solo estaban permitidas dos, mientras que en un asiento de dos solo una persona.
Aunque esos espacios están debidamente señalizados en cuanto a cuáles deben ser utilizados y cuáles no, la gente hace caso omiso a las disposiciones.
A esto se suma, la advertencia a la población que hizo el ministro de Salud Pública, Daniel Rivera, sobre respetar las medidas sanitarias dispuestas para evitar echar para atrás las flexibilizaciones.
En un recorrido que realizó elCaribe en ambas líneas del Metro, se observó que los asientos son ocupados a toda su capacidad, las largas filas de personas no cesan tanto a lo interno como a lo externo de las paradas y el uso de los ascensores para embarazadas o para personas con discapacidad son abarrotados por los ciudadanos durante las horas pico.
“Estamos como en los tiempos de antes, lo único que con mascarillas. A pesar de que hay que hacer una fila para ingresar, cuando uno llega al vagón se pierden todos los protocolos”, expresó Elizabeth Sánchez, una usuaria del Metro.
Sánchez dijo que se monta todos los días en la estación Mamá Tingó ubicada en Santo Domingo Norte y que desde hace un tiempo las personas no respetan las prohibiciones a lo interno de los vagones.
“Aunque la gente no ocupe los cuatro asientos, uno parado se aglomera, pero la gente se sienta pese a su prohibición”, enfatizó.
Denuncias por excesos de pasajeros
Tras varias denuncias sobre el exceso de pasajeros en vehículos de transporte público, que en vez de cuatro personas montaban seis, las autoridades de Salud Pública iniciaron un operativo de “fiscalización”.
El plan inició a mediados de abril con el objetivo de verificar que los conductores de los carros de concho no excedan el límite dispuesto.
La ejecución del operativo trajo reacciones a favor y en contra por parte de los choferes, al entender que dicha medida no les fue avisada para hacer los arreglos de lugar.
La gente se esparce sin distanciamiento
La gente se esparce sin mantener el distanciamiento social para evitar el contagio del coronavirus (covid-19), en los espacios públicos de la ciudad.
Al visitar los parques, malecones y terrazas del Gran Santo Domingo, se observa la multitud de ciudadanos sin mantener el distanciamiento social como si tuvieran una especie de “pase para aglomerarse” en esos sitios, principalmente ante los ojos de las autoridades.