El aumento de la violencia de las pandillas en Haití, y la inacción del gobierno para enfrentarla, inquieta a la Oficina de Protección del Ciudadano, en momentos en que dos bebés resultaron asesinados a tiros en menos de un mes.
"Desde hace varios meses, las pandillas controlan el territorio nacional", se lamentó el miércoles Renan Hédouville, que dirige esa oficina, en una entrevista con la AFP.
"Mientras hablamos, los delincuentes están protegidos por ciertas autoridades políticas, por ciertas autoridades del poder central, mientras se toma a la población como rehén, abandonada a su suerte", agregó.
Los enfrentamientos entre pandillas rivales se han cobrado varias vidas inocentes en Puerto Príncipe desde el comienzo del verano boreal. Y las principales carreteras provinciales son bloqueadas regularmente por bandas armadas que retienen a los pasajeros con fines extorsivos o de robo.
Entre enero y junio, al menos 243 personas fueron víctimas de la violencia armada solo en la capital, de acuerdo con la comisión episcopal haitiana Justicia y Paz.
Entre mediados de julio y comienzos de agosto, la muerte a tiros de dos bebés de 8 y 4 meses conmocionaron a la población, pero no hubo reacción oficial.
Hay un "absoluto silencio de las autoridades, una complacencia de las autoridades en relación a estos crímenes", se lamenta Hédouville, quien dice no haber recibido respuesta a las cartas que envió al presidente y primer ministro para alertarlos sobre la crisis de seguridad.
Dos manifestaciones celebradas a fines de junio y principios de julio para denunciar la situación de inseguridad fueron duramente reprimidas por la policía.
Los pandilleros marcharon luego por las calles del centro exhibiendo sus armas y lanzando tiros al aire. Ninguna unidad policial intervino para dispersar la marcha, que fue transmitida en directo por las redes sociales por algunos participantes.
"Esta anarquía va a tener consecuencias desastrosas en el funcionamiento de la sociedad", alertó Hédouville.
"Si las autoridades son cómplices de los criminales que aterrorizan a la población, (…) tendrán que rendir cuentas más temprano o más tarde ante las instancias nacionales o internacionales", agregó.
En una declaración publicada el miércoles, la embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe recordó "la necesidad de que el gobierno de Haití investigue y enjuicie a los responsables de la violencia relacionada con las pandillas".