El gobierno de China puso en aislamiento y cuarentena a más de 10 millones de personas ante un nuevo brote de Covid-19 registrado en la ciudad de Harbin, en la provincia de Heilongjiang.
De acuerdo a información de Reuters medio del lugar han dado a conocer que hasta la fecha se han detectado 540 casos positivos locales y 385 importados, por lo que las autoridades del país asiático ejecutaron nuevamente las medidas de estancamiento con el objetivo de contener una vez más el brote de coronavirus.
Las autoridades chinas prohibieron la entrada a la ciudad de Harbin, la capital de la provincia de Heilongjiang, con el objetivo de contener un nuevo brote de coronavirus. Esta provincia confirmó hasta la fecha 540 casos positivos locales y 385 importados.
"Todos los casos confirmados, casos sospechosos, contactos estrechos de personas asintomáticas y contactos estrechos de contactos estrechos deben estar en cuarentena y someterse a prueba", declararon las autoridades locales.
En Harbin, la capital de la provincia de Heilongjiang, hay 540 casos positivos locales y 385 importados (AFP).
De acuerdo a medios locales, la nueva medida contempla que ni los residentes de otras ciudades ni los coches que estén registrados fuera de Harbin podrán ingresar a la zona. De igual forma todos los habitantes deben tener un código QR para confirmar que no están infectados y portar mascarilla.
A mediados de abril, Harbin ordenó a todos los que llegaran desde el extranjero quedarse en cuarentena durante 28 días: 14 en un centro especial y 14 más en casa. Asimismo, en un esfuerzo para contener el virus, China cerró recientemente todos los cruces fronterizos terrestres con Rusia de manera temporal.
Harbin es una ciudad particular ya que fue construida por los rusos. Después de adquirir el estatus de ciudad en 1898, el área se convirtió rápidamente en la metrópoli más importante del noreste de China, y para 1917 era el hogar de más de 100.000 personas (de las cuales alrededor de 40.000 eran rusas). Hoy viven allí casi 11 millones de personas.
]Fuente: EL Heraldo de México