Eran constantes los abusos que recibía Lucero Mateo Contreras, quien no escuchó la voz de su hija mayor, cuando le pedía que no saliera de la casa, ante el llamado de su expareja insistentemente a su celular para que saliera a buscar “un dinero”, y cuando salió fue sorprendida por tres disparos que le propinó quien fuera su esposo durante trece años.
Versiones preliminares indican que César Guzmán Castillo le dijo a su expareja que tenía algo para entregarle por la manutención de sus hijos, excusa que usó para lograr encontrarse con ella y arrancarle la vida.
“No salgas, mami, no salgas por favor, que papi te va a maltratar”, gritaba con insistencia la hija mayor de 12 años, de Lucero Mateo, quien desoyó a su hija y salió. Rosa Contreras, madre de la víctima, indicó que su hija, los trece años que vivió junto a César Guzmán, fueron de martirio, ya que en ese tiempo intentó quitarle la vida en cuatro ocasiones.
La pareja había procreado tres niñas la mayor de 12, la segunda de 9 y la más pequeña de un año, ya tenían cinco meses que estaban separados producto a una golpiza que Guzmán le había propinado a Lucero Mateo Contreras. Para los vecinos de La Canela, donde ocurrió el hecho, era frecuente escuchar cómo Guzmán atemorizaba al barrio.