El hecho ocurrió en la ciudad de Maracaibo, al occidente de Venezuela. Eran las 11:00 pm cuando el menor quitó seis de los nueve vidrios de la ventana de su habitación, situada en un octavo piso y se lanzara al vacío, reseñan medios locales.
La versión que ofrecieron los vecinos del muchacho es que una vez que el niño se molestó ante el reclamo de su madre, entró a su cuarto y trancó la puerta.
Una amiga de la familia relató. “Su mamá le decía que ya era hora de ir a dormir, que soltara la computadora. Él se encerró bravo en el cuarto y a los 10 minutos su abuelo escuchó ruidos. Pensó que Julián estaba rompiendo algo en su cuarto, quiso entrar pero como la puerta estaba cerrada se asomó por la ventana del baño y vio que faltaban unas ventanas, al mirar al vacío vio al cuerpo de su nieto”.
Los allegados a la familia describieron al niño como un joven “tranquilo, buena conducta. Sin problemas familiares, noble, cariñoso pero de carácter fuerte. Hace dos meses cumplió 13 años. Era un niño feliz, no le faltaba nada. Y su abuelo lo adoraba, lo tenía aquí con él y decía que llevaría a Julián hasta donde pudiera”.
“Él se puso bravo porque su mamá lo regañó por la computadora, fue un niño muy querido y nunca sufrió algún maltrato. Estudiaba en el Colegio Nuestra Señora de Chiquinquirá, hoy mismo será sepultado”, dijo una amiga de los Juliao.