Un niño de dos años estuvo a punto de perder la vida después de tragarse por accidente una pila y que esta explotara en su estómago, provocándole daños en el esófago y los pulmones, según informaron medios mexicanos.
Vómitos y una fuerte tos fueron los primeros síntomas de que algo no andaba bien con Dylan, por lo que recibió medicamentos para una supuesta bronquitis, pero el niño estaba lejos de mejorar hasta que se le hizo difícil respirar. Su madre, ante esta situación, lo llevó a la sala de emergencias de un hospital de Cananea, Sonora, México, donde reside la familia.
Pero al realizarle una radiografía, los doctores descubrieron al intruso que estuvo envenenando el organismo del pequeño Dylan, debido a que la pila que se había tragado, había reventado en su interior, provocando quemaduras en su estómago y una infección en el pulmón. Por lo que fue llevado al Hospital Infantil del Estado de Sonora, en Hermosillo.
El pequeño estuvo hospitalizado desde el 27 de octubre en coma inducido hasta que nueve días después ya podía comer bien y recibió el alta médica el pasado 7 de noviembre, aún con numerosos estudios que realizar para darle seguimiento a la evolución de sus heridas internas.