Santiago. Alfa Anwel Rodríguez Olivo, la empleada farmacéutica ultimada a tiros por un sargento policial, quien posteriormente se suicidó de la misma forma, había recibido amenazas de muerte por parte del sub oficial en al menos dos ocasiones.
La denuncia fue hecha por los familiares de Rodríguez Olivo, quienes desconocían si su pariente, de apenas 28 años de edad y madre de dos niños de siete y cinco, llegó a tener una relación sentimental con el suboficial Edwin Miguel Ulloa Corniel.
El hecho sucedió la noche del domingo en un apartamento que mantenía en condición del alquiler en el sector El Linco I, en Santiago. Sobre el sargento Edwin Miguel Ulloa Corniel, de 33 años, se informó que este llevaba 13 como miembro de la uniformada y actualmente se encontraba de puesto en esta ciudad, específicamente en la zona de Nibaje.
“Mi hermana llegó al apartamento que tenía rentado, luego de trabajar todo el domingo en el inventario en una farmacia en la línea noroeste. Allí se presentó el hombre que ni sé quién es y nunca supe si era cierto que llegaron a tener una relación.
Aunque ella no le abrió la puerta para evitar que matara a las personas que se encontraban adentro, entonces él le disparó por la persiana”, expresó Rafael Olivo, hermano de la mujer que fue ultimada.
Su cuerpo fue trasladado a la comunidad de Guayubín de la provincia de Montecristi, de donde es oriunda su familia, aunque llevaba ya varios años residiendo en Santiago. Otros parientes de la mujer asesinada, dijeron que el pasado sábado el policía se presentó al lugar con las intenciones de matarla, pero no pudo lograr su cometido en ese momento.
El feminicidio es el primero que se registra en Santiago desde el año 2018 a la fecha. Recientemente, los agentes adscritos a la Dirección Cibao Central dela Policía Nacional marcharon como forma de hacer un llamado de alerta contra los feminicidios. Con esta tragedia vuelven a dispararse las alarmas por la agresión en contra de mujer y en este caso con saldo lamentable.