La Procuraduría Especializada para la Defensa del Medio Ambiente, con el apoyo de unidades de la Dirección de Control de Bebidas Alcohólicas (COBA) de la Policía Nacional, realizó la noche de este viernes un allanamiento en los bares y lounges Sparta, Habibi, Tantra y Sahara VIP ubicados en la reconocida Plaza Universitaria de la avenida Sarasota con Jiménez Moya en el Distrito Nacional.
La ejecución del allanamiento, en el que se decomisaron bocinas, equipos de telecable, televisores, platos de DJ y otros artefactos, se debió a supuestos reportes de alto ruido en la zona. El Ministerio Publico no ofreció detalles.
Omar Rojas, gerente general de Sparta Group, expresó que no tiene sentido decir que es por el alto volumen de las bocinas, ya que, esos negocios son tipo terraza y la música es ambiental. Además de que, en frente de los locales no hay residencias, sino locales de dealers de automóviles y otro tipo de tiendas.
“Ellos dicen que tienen muchas llamadas de quejas, pero ellos no dicen de quién son las quejas. Porque en los alrededores no hay apartamentos ni casas”, sentenció.
Rojas agregó que el bar que administra tiene siete años con el mismo sonido de siempre y no puede ser que ahora moleste.
De su lado, José Armando Félix, gerente de Sahara VIP entiende que la acción de las autoridades ha sido un atropello contra personas que desean continuar trabajando, luego de los embates de la pandemia Covid-19.
“Ellos optaron por entrar a los locales comerciales, al área cerrada, cuando lo que les competía era la parte de afuera”, dijo.
La propietaria de Habibi Bar y Lounge, Hilma de la Cruz, dijo “lo primero es que nosotros no tenemos vecinos, y lo segundo, para venir a hacer esto ellos debieron notificar. Ellos dicen que nos notificaron, pero dónde está el papel”.
“Dicen que es el ruido de afuera, pero se llevaron todo lo de adentro. Entonces en qué le afecta eso. Eso nunca nos había pasado”, explicó de la Cruz.
Manifestó que los agentes del Ministerio Público cortaron un cable a una pantalla gigante de televisión que costó dos millones de pesos.