Luego de que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ordenara el retiro de todos los lotes de ranitidina en comprimidos disponibles en el mercado nacional e internacional, ante la detección de N-Nitrosodimetilamina (NDMA) NDMA en algunos lotes, un principio activo que provoca cáncer de pulmón, el Ministerio de Salud Pública prohibió la comercialización del producto en el país.
Los medicamentos corresponden a 16 titulares de autorización de comercialización de la ranitidina, un fármaco que se utiliza para reducir la producción de ácido en el estómago en situaciones como la úlcera gástrica o el reflujo gastroesofágico. El medicamento también fue prohibido en países como Panamá y España.
Las autoridades dominicanas informaron que crearon un equipo técnico especializado que dará seguimiento a las investigaciones que se realizan a nivel internacional en torno al fármaco para determinar las medidas permanentes o temporales que se deben aplicar.
La AEMPS adoptó la retirada, que se está realizando también a nivel europeo e internacional, como medida de precaución y con el fin de reducir al mínimo la exposición a esa sustancia.
Bajo ese criterio de precaución, los medicamentos con ranitidina intravenosa permanecen en el mercado y no son objeto de retirada, al ser esenciales en algunas indicaciones terapéuticas, entre ellas, la prevención de hipersensibilidad y reacciones relacionas con la infusión con paclitaxel y patisiran.
Un comunicado de la AEMPS establece que, la NDMA está clasificada como un “probable carcinógeno” en humanos en base a estudios en animales.
“Está presente en algunos alimentos y en algunas fuentes de agua, pero no es esperable que cause ningún daño cuando se ingiere en cantidades muy pequeñas. Con los datos disponibles, no hay evidencia de que la presencia de esta sustancia haya podido producir daño alguno a los pacientes que han consumido el medicamento”, dice la agencia de medicamentos.
No obstante, estima la entidad, el potencial riesgo derivado del efecto acumulativo de la impureza, hace necesaria la adopción de medidas de precaución para evitar su presencia en medicamentos.
“En ningún caso está justificado que los pacientes interrumpan los tratamientos con ranitidina sin consultar con su médico, ya que el riesgo de dejar de tomar el medicamento es considerablemente mayor que el riesgo de seguirlo tomando hasta la siguiente consulta con su médico”, informa la agencia.