Ante las quejas de los propietarios de gimnasios de que el Gobierno también debe permitirles operar como se les permitió a las iglesias, la vocera de la Presidencia, Milagros Germán, precisó que en los centros de preparación física hay más exposición al COVID-19 que en los templos.
Germán sostuvo que estar en los gimnasios implica la manipulación de las máquinas, sudoración, contacto con personas, lo que representa un riesgo mayor a las congregaciones.
"…por eso se ha flexibilizado un poco el ingreso a las iglesias y no se han abierto los gimnasios…", indicó la funcionaria durante una rueda de prensa en la que se explicó los nuevos horarios del toque de queda.
Según el párrafo II del artículo 8 del decreto 7-21, también permanecen cerrados los cines, teatros y cualquier otra instalación de eventos públicos y masivos, que no resulte indispensable para el desenvolvimiento de la ciudadanía.
En cambio, "los espacios públicos abiertos al aire libre, tales como parques y malecones, solo podrán ser utilizados para prácticas deportivas que no impliquen grupos, equipos o aglomeración de personas de ninguna naturaleza", indica el artículo 8.
A partir del 11 de enero y hasta el 26 del mismo mes, el toque de queda comenzará desde las 5:00 p.m. hasta las 5:00 a.m., con tres horas de libre tránsito para llegar a las casas a las 8:00 de la noche.
Mario Lama, director del Servicio Nacional de Salud (SNS), puntualizó que las medidas se irán decretando de acuerdo con la evolución del COVID-19, el cual registra 40,180 casos activos, el punto más alto desde el comienzo de la pandemia.
"Estamos muy positivos y pensamos que si la población acata estas medidas, nosotros podemos tener resultados positivos entre dos y tres semanas de forma satisfactoria", dijo el galeno.