Los médicos residentes en Inglaterra iniciaron este miércoles una huelga de 72 horas en demanda de mejora salarial, medida que puede afectar los servicios de la Sanidad pública en un periodo de gran presión para el sector.
La medida de fuerza de los residentes, que representan casi la mitad de la fuerza laboral del Servicio Nacional de Salud (NHS, en inglés), salió adelante después de que fracasasen las conversaciones entre la Asociación Médica Británica (BMA, en inglés) y el Gobierno.
Tras este paro de 72 horas, los médicos residentes planean otra huelga a partir del 3 de enero, que durará seis días, a menos que las partes lleguen a un acuerdo de mejora salarial.
Según las negociaciones, hubo una oferta de incremento del 3 % a partir de enero, que se hubiera sumado al alza del 9 % que recibieron en abril, pero fue rechazada.
El director médico del NHS en Inglaterra, Stephen Powis, dijo hoy a los medios que la huelga «llega en la peor época del año para nosotros, donde estamos empezando a ver esas presiones invernales que siempre vemos en torno a las fiestas festivas».