Por: Edwin Florián
Despierta EL Sur.- Como si fuera una campaña política, así se movieron los recursos este fin de semana, para realizar la movilización de personas de los diferentes sectores de San Juan, para realizar una marcha en exigencia al presidente Luis Abinader para que permita se realicen los estudios del Proyecto Romero.
Una marcha que si bien es cierto estaba siendo apoyada por un grupo de personas socialmente cuestionadas, que por sus beneficios personales buscan se aprueben los estudios, estudios estos que respaldados por la minera Gold Quest, difícilmente arrojarán un resultado adverso sobre la viabilidad de explotar el yacimiento.
Esta marcha estuvo viciada por un sin números de indicios negativos que demuestran a la sociedad que poner en manos de la Gold Quest el proyecto Romero, no es una opción.
El primer error fue difundir un spot donde anunciaban que Las iglesias Evangélicas de San Juan irían a marchar junto a ellos (La iglesia católica desmintió esto). Circuló el fin de semana en los grupos de Whatsapp y redes sociales un audio en el que se escuchaba a uno de los que organizaron la marcha decir que cada quién sabía donde estarían colocados a las 9:00 de la mañana de domingo y que ya el combustible para los motores y la comida estaban aseguradas.
El día de la marcha, circulaban los recibos de pagos en una estación de combustible, donde a cada persona en nombre de la Gold Quest le echaban 100 pesos de gasolina.
Más tarde salen los videos en redes sociales de personas que estuvieron en la marcha que no sabían por qué marchaban; tal es el caso de un joven que fue abordado en el parque Duarte mientras se reunían para iniciar la caminata y este lo único que pudo decir fue que “estaba apoyando la marcha por que no quería que se llevaran el petróleo de San Juan”.
Lo ocurrido durante esta marcha dejó más dudas que certezas. Lo que debió ser una movilización legítima se convirtió en un ejemplo de manipulación y falta de transparencia, donde intereses personales y recursos cuestionables, como el combustible pagado a los participantes, jugaron un papel clave. La desinformación y el apoyo forzado solo lograron aumentar la desconfianza en la población, demostrando que el Proyecto Romero y su relación con Gold Quest sigue siendo una opción que genera más rechazo que respaldo en San Juan de la Maguana.