“Yo quiero justicia… Él no tenía problemas con nadie”, es el clamor de la madre del segundo teniente Fernando Pérez Berigüete, muerto a tiros la noche del martes cuando llegaba a su casa del desfile militar del Día de la Independencia Nacional.
“Era de su trabajo a su casa”, decía doña Melia Montero Beriguete (Oneyda), mientras deploraba que a su hijo le mataron presuntamente para despojarlo de su arma de reglamento.
En la sala de la vivienda de su hijo, en el sector Cancino Adentro, en Santo Domingo Este, donde entre llanto esperaban los restos de su hijo para el velatorio, Oneyda decía que no aguantaría tanto dolor.
Se dijo que el oficial lo mataron en el sector Villa Liberación en El Almirante, donde fue a llevar a unos compañeros suyos, tras el desfile. Pero residía en Cancino Adentro con esposa y sus tres hijos.
El oficial tenía 25 años en el Ejército de República Dominicana, además del oficio de camarógrafo, aunque no estaba ejerciendo en la actualidad.
Las informaciones preliminares indican que fue atacado por dos personas a bordo de una motocicleta, quienes primero lo impactaron en la parte trasera de su vehículo y luego le quitaron la vida.