La murmuración es un cáncer al espíritu

Artículo de Opinión
La murmuración es una obra de la carne que se define como susurrar, debatir una cuestión en tono tan bajo que parece un murmullo, quejarse, difamar a alguien. En el lenguaje hebreo uno de sus significados la define como queja e “informe malvado”. Y en griego, el vocabulario se usa de calumnia secreta. En la Septuaginta en su uso negativo se refiere a un encantamiento dicho entre diente.

Es notorio, en la Biblia, cuánto desagrada la murmuración a Dios, especialmente porque, aunque susurremos, Él escucha. Es bueno saber que cuando nos quejamos por alguna situación o en contra de alguien, en última instancia en contra de quien lo hacemos es contra Dios.

Generalmente nos quejamos de algo que supuestamente nos afecta en lugar de acudir al Señor, lo que refleja nuestra gran ignorancia y falta de fe.

En el Antiguo Pacto Jehová fue muy riguroso con ello a tal punto que a algunos los castigó con lepra.

(Números 12); a otros les tragó la tierra (Números 16), y muchos murieron mordidos por serpientes ardientes (Números 21). En el nuevo pacto, sólo podemos dar gracias por Jesucristo, por cuya vida nos hemos escapado de la condenación del mundo. Sin embargo, el mismo Señor nos advirtió: “No juzgáis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido” (Mateo 7:1-2). Y en Marcos advierte: “Mirad lo que oís; porque con la medida con que medís, os será medido, y aun se os añadirá a vosotros los que oís” (Mar 4:24). Veamos ahora otros versículos que nos muestran el sentir de Dios en cuanto a esta obra de la carne que es la murmuración:

Éxodo 16:7 “… ya la mañana veréis la gloria de Jehová; porque él ha oído vuestras murmuraciones contra Jehová; porque nosotros, ¿Qué somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros?”

Números 14:27 “¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí, las querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan?”.

Isaías 29:24 “Y los extraviados de espíritu aprenderán inteligencia, y los murmuradores aprenderán doctrina”.

Salmos 15:1-3 “Jehová, ¿Quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo, Ni admite reproche alguno contra su vecino.

Salmos 41:7 “Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen; Contra mí piensan mal, diciendo de mí…”.

Romanos 1:28-30 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; 29 estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 30 murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres…”

1 Corintios 10:10 “Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor”.

1 Pedro 2:12 “… manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras”.

1 Pedro 4:9 “Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones”.

Santiago 4:11-12 ”Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?”

Filipenses 2:14 “Todo lo hizo sin murmuraciones y contiendas”.

Conclusión:

Hoy en día se vive más que nunca la murmuración, sin entender que es una enfermedad aditiva y si no se le busca la cura puede enfermar por totalmente su alma, cuerpo y espíritu.

Según se dice, algo que no está confirmado por mí, ya que no tengo las fuentes fidedignas para poder decirlo con seguridad, pero puedo decir que sobre todas se puede entender que no es algo normal.

Según algunas fuentes dicen que la murmuración en hebreo es mortzirah, que significa: sacar maldad por la boca.

Curiosamente, viene de la misma raíz que el término melzorah, que significa leproso. Lo que quiere decir es que, el que habla mal de otra persona (prójimo) es un leproso espiritual.

Este artículo fue hecho con el propósito de ayudar. Que el todo poderoso te siga bendiciendo.

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