Santo Domingo, RD.- Ignorando las medidas de las autoridades, un gran número de ciudadanos ha salido de sus casas y se ha lanzado a las calles, avenidas, mercados y lugares de esparcimiento público, retomando así el ritmo de actividades suspendidas por el gobierno para evitar contagios y muertes que se han estado contando cada día por efectos del coronavirus.
Diariamente se observa como cada mañana el ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, informa sobre la situación del Covid-19 en el país, reportando aumento de casos positivos y muertes, a la vez que se toma minutos para repetir las medidas que debe seguir la población para encarar la crisis sanitaria.
Mientras tanto, durante el curso de la tarde, estas recomendaciones se repiten por segunda vez desde el Palacio Nacional, cuando Gustavo Montalvo, presidente de la Comisión de Alto Nivel de Prevención y Control del Coronavirus, se dirige al país.
Mercados y comercios
A pesar de estos constantes recordatorios, mucha gente optado por salir de sus viviendas y desde temprano en la mañana forman filas y asisten de forma masiva a centros de expendio de alimentos y a entidades bancarias.
Esto se observó durante un recorrido realizado por un equipo de Listín Diario, cuando se contrastó como
se desarrollan las medidas de salubridad, distanciamiento social, y del otro lado, la asistencia de ciudadanos a mercados y centros comerciales.
Amontonados y apresurados por ingresar, se mostraron decenas de personas que hacían fila a la entrada del mercado de Villa Consuelo, donde previamente personal de los cuerpos castrenses y operadores del comercio exigen a los clientes de personas pasar por uno de los túneles sanitizantes instalados por la Alcaldía del Distrito Nacional y el uso obligatorio de mascarilla.
“Aquí deberían de repartir mascarillas y guantes en la entrada, para evitar que uno tenga que siempre andar comprando”, se quejó una mujer que abandonaba la fila y hacia gesto de molestia.
Y es que, aunque se exige el uso de mascarillas, decenas de personas en los alrededores de este mercado, que también comercializaban otros productos, no portaban ningún tipo de insumo que impidiera un hipotético contagio.
Situación contraria se observó en centros comerciales, principalmente dos de ellos ubicados en la avenida John F. Kennedy, donde a pesar del alto flujo de personas, el personal de seguridad era aún más riguroso y exigente con las medidas de seguridad sanitaria.
En extensas filas de personas, el personal de las plazas se cercioraba de mantener al menos un metro de distancia y asegurando que las personas que iban a ingresar tuvieras sus mascarillas.