Algunos de ellos fueron abatidos por policías en el interior de las casas en las que se refugiaban y, posteriormente, localizados por los civiles que terminaron quemando los cadáveres.
Otros fueron quemados mientras aún estaban con vida.
Los muertos, según las informaciones, forman parte de bandas armadas que empezaron a desplegarse en diversos puntos de la capital entre la noche del lunes y la mañana de este martes con el objetivo de establecer nuevas bases en zonas que aún no están bajo su control directo.
Es probable que este balance vuelva a aumentar en las próximas horas debido a los registros que están llevando a cabo los ciudadanos en las zonas donde se cree que se han refugiado los pandilleros.
Los habitantes de las zonas de Nazon, Lalue, Christ Roi y Bois-Verna vivieron una noche de terror, con intensos disparos de armas automáticas que obligaron a cientos de personas a pasar la noche en vela.
Toda la situación obligó a la paralización de las actividades comerciales y la docencia en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, donde también hay áreas bloqueadas y se han montado brigadas de vigilancia en busca de más pandilleros.
En varios puntos de la capital se están produciendo enfrentamientos entre agentes y las bandas armadas, creando una situación de pánico en la capital.
Las calles principales están vacías, dando la impresión de que la capital está en huelga.
Los operativos de la Policía se producen una semana después de que bandas armadas de la coalición Vivre Ensemble (Vivir Juntos), liderada por el expolicía Jimmy Cherizier, alias ‘Barbecue’, anunciaran días de terror en el área metropolitana de Puerto Príncipe.
A inicios de la semana pasada dos aviones comerciales estadounidenses fueron tiroteados, lo que llevó al cierre del aeropuerto internacional Toussaint Louverture, el principal del país, y a la suspensión de vuelos por parte de varias compañías.
La ONU también suspendió temporalmente la entrega de ayuda humanitaria por la imposibilidad de acceso al puerto y al aeropuerto en la capital, debido al grave deterioro de la seguridad.
Solo entre julio y septiembre pasado al menos 1.223 personas murieron y 522 resultaron heridas en Haití como consecuencia de la violencia y la lucha contra las bandas, según la Oficina Integrada de las Naciones Unidas.