En el municipio La Ciénaga, provincia de Barahona, los residentes se han declarado en duelo, ante la pérdida de varios vecinos a causa del brote diarreico que azota la zona desde hace varias semanas y del cual insisten en decir que se trata de cólera, a pesar de los desmentidos oficiales, aunque Salud Pública comenzó a vacunar contra esa enfermedad a los habitantes.
Mientras, los comunitarios de La Ciénaga desafían la recomendación de las autoridades y continúan con el consumo de agua de los ríos, a pesar de los riesgos y de las cuatro muertes en los últimos dos días atribuidos a la emergencia.
Los habitantes del sector discrepan de las versiones oficiales y aseguran que la situación del cólera es más grave de lo reportado, a pesar de las afirmaciones de las autoridades de Salud Pública, que sostienen que no se trata de un brote de cólera.
Los comunitarios han expresado su pesar y, al mismo tiempo, su descontento hacia las autoridades sanitarias, a la cuales acusan de no actuar con la contundencia necesaria ante la emergencia.
La señora Miledy Guevara también resultó afectada con el brote. Permaneció por una semana ingresada en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas, en Santo Domingo.
Afirmó que los médicos le confirmaron que tenía cólera, al igual que el padre de sus hijos, quien también estaba ingresado en la Plaza de la Salud.
Edilin Rivas, vecina del lugar, manifestó que la situación es más grave de lo que se ve y que desde hace dos meses, cuando ocurrió el derrumbe en la mina Larimar, fue que empezaron los pobladores a sentir los síntomas estomacales, los cuales se han acentuado los últimos días.
Rivas, quien tiene cinco meses de embarazo, fue una de las afectadas por el brote. Expresó que sintió que perdería su bebé ante el estado de salud y lo decaída que se sentía.
De hecho, sostuvo que durante los días que duró ingresada en un centro de salud, su médico le había comentado que su bebé no se sentía, por lo que solo le pedía a Dios para que todo estuviera bien.
Salud Pública vacuna contra el cólera
Durante la mañana de este viernes, estuvieron presentes las autoridades de Salud Pública llevando a cabo actividades de vacunación contra el cólera y brindando orientación a la población.
De acuerdo con Odalis Garó, quien es parte del personal de la institución que vacuna a los residentes, estos esfuerzos buscan contener la propagación de la enfermedad, aunque persiste la tensión entre las autoridades y los comunitarios respecto a la gravedad del brote.
Incremento de ventas en la farmacia
Nelys Féliz, quien trabaja en una botica farmacéutica de la zona, sostuvo que en las últimas semanas se ha incrementado la venta de suero, tanto líquido como en polvo para diluir en agua.
Agregó que también han estado vendiendo muchas cantidades de acetaminofén y metronidazol.
Además de diarrea, de acuerdo a las declaraciones de varios afectados, han sentido síntomas de fiebre, colitis y dolor de cabeza.
Féliz comentó que la semana pasada fue "alarmante" con las ventas y que había sido el único momento en que en el lugar se había formado una pequeña fila, todos buscando los mismos medicamentos.
Consumen agua de los ríos
A pesar del elevado número de personas que han perdido la vida debido al brote diarreico, varios residentes continúan consumiendo agua de los ríos. Según algunos pobladores, la falta de recursos les impide adquirir botellones de agua potable, por lo que optan por seguir utilizando las aguas de los caudales para cubrir sus necesidades de consumo.
"Que sea lo que Dios quiera", fueron las palabras de Faustina del Rosario, quien se encontraba buscando agua en uno de los pozos y manifestó que es la única forma que tiene de conseguir agua.
Benito, quien es un nacional haitiano, dice estar consciente de la situación, sin embargo, aseguró que debe de sobrevivir con lo que encuentre, por lo que deja todo en manos de Dios. Indicó que como medida preventiva optará por hervir el agua ante de consumirla.
En dos días, cuatro velorios
Según declaraciones de los comunitarios, el brote diarreico en el municipio La Ciénaga empezó a generarse ante un derrumbe en la mina Larimar.
Sin embargo, la situación empezó a salirse de control la semana pasada, al generar muertes en la zona a causa de la diarrea aguda que presentaron los enfermos.
Tal el es caso de un joven de 19 años, quien falleció luego de presentar diarrea, fiebre y fuertes dolores de cabeza. El joven, además, era falcemico.
También falleció Elpidia Féliz, de 72 años, quien tenía desde algunos años el corazón grande, lo cual le dificultaba su salud. La dama murió el pasado lunes mientras recibía atenciones médicas tras presentar cuadro diarreico por cuatro días.