El régimen de Irán negó cualquier responsabilidad en los ataques perpetrados el sábado contra instalaciones petroleras de Arabia Saudita y aseguró que responderá "inmediatamente" a cualquiera agresión, en una "nota oficial" enviada a Estados Unidos, según informó este miércoles la agencia oficial IRNA.
En esta comunicación transmitida el lunes a la embajada de Suiza en Teherán, que representa los intereses estadounidenses en Irán, la República Islámica "insiste en que no desempeñó ningún papel en el ataque, niega y condena las acusaciones" contra ella lanzadas por Estados Unidos, publica IRNA.
Según la agencia, el texto "desmiente y condena las acusaciones [del presidente estadounidense Donald] Trump y [de su secretario de Estado Mike] Pompeo" contra la República Islámica.
El mensaje "advierte a los funcionarios estadounidenses que si se adopta alguna medida contra Irán, este dará una respuesta inmediata de un alcance mucho mayor no se limitará al origen de la amenaza", añade la nota.
Pompeo acusó el domingo directamente a Irán, rival regional de Arabia Saudita, de ser responsable de los ataques reivindicados el día anterior por los rebeldes hutíes en Yemen, que ya han perpetrado agresiones similares en respuesta a la intervención militar en su país de una coalición militar liderada por Riad
Arabia Saudita anunciará el miércoles los resultados de su investigación sobre estos ataques contra el reino, donde se espera la llegada del jefe de la diplomacia estadounidense Mike Pompeo para discutir sobre una posible respuesta.
Al respecto, el presidente iraní, Hassan Rohani, urgió este miércoles a "los enemigos de la región" a "aprender una lección" del ataque de los rebeldes hutíes, que calificó de una "alerta" para poner fin a la guerra en el Yemen.
Las autoridades iraníes respaldan a los hutíes en su lucha desde 2015 contra la coalición árabe, pero afirman que no les financian ni envían armamento, como denuncian Estados Unidos y Arabia Saudita.
En tanto los ataques del sábado contra dos refinerías sauditas, que provocaron la peor caída de la historia en la producción diaria de petróleo, han elevado las tensiones en la región y acercado aún más la posibilidad de una guerra