El estado nutricional es la situación en la que se encuentra una persona en relación con la ingesta y adaptaciones fisiológicas que tienen lugar tras el ingreso de nutrientes.
Los adultos mayores constituyen un grupo particularmente vulnerable a la malnutrición, viéndose implicados, además de los procesos fisiológicos propios del envejecimiento, de igual manera otros factores intervienen como: socioeconómicos y aquellos secundarios a la pluripatología
Es importante señalar que, en la población geriátrica el deterioro del estado nutricional se ve afectado de forma negativa para el mantenimiento de la funcionalidad física y /o cognitiva, además de que mengua la sensación de bienestar y en general la calidad de vida, con esto repercute en el aumento de la morbimortalidad por enfermedades agudas y crónicas como: alteración en la función muscular, anemia, disminución de la masa ósea, disfunción inmunitaria, pobre cicatrización, pobre recuperación posterior a una cirugía, conllevando al incremento del uso de los servicios de salud, aumenta la estancia hospitalaria y el costo médico en general.
Uno de los principales determinantes de desnutrición en la población adulta es el aislamiento social, muy a menudo observamos que nuestros mayores no tienen una vida social activa lo que se traduce en grandes desórdenes alimenticios.
Es necesario reconocer la importancia de la desnutrición en esa población tan vulnerable.
Cuidemos a nuestros seres queridos, nuestros padres, abuelos o tíos. Preocupémonos por su alimentación, que la misma sea balanceada, rica en frutas, vegetales, pescados y pobre en grasas.
Dra. Daihanara Mateo Ortega
Médico, Salubrista, Epidemióloga, Investigadora y Catedrática