Puerto Príncipe.- Las actividades volvieron a paralizarse este martes en la capital haitiana, Puerto Príncipe, y en algunas de las principales ciudades del país, en el marco de la segunda jornada de una huelga general convocada para presionar la salida del presidente de la nación, Jovenel Moise.
La huelga, convocada por sindicales del transporte y apoyada por decenas de organizaciones de la sociedad civil, obligó al cierre de las escuelas, así como de las oficinas públicas y privadas.
En las primeras horas de esta segunda jornada, las calles de Puerto Príncipe lucían prácticamente desiertas, mientras que las pocas personas que salieron a las calles se vieron obligadas a caminar debido a la nula actividad del transporte.
En la entrada sur de la Capital, en el Portal de Léogâne, las estaciones de autobuses están casi vacías.
La huelga de dos días fue convocada para denunciar la inseguridad, la violencia y el importante aumento de los casos de secuestro en el país, así como para insistir en la dimisión de Moise que ayer, en un mensaje a través de Facebook, prometió que combatirá los secuestros "con dureza".
Asimismo, como en todos sus últimos discursos, Moise descartó cualquier posibilidad de abandonar su cargo el próximo 7 de febrero, la fecha que exige la oposición y reiteró que solo "dará el poder al pueblo haitiano".
La oposición argumenta que el mandato del presidente termina en febrero de 2021 en virtud de un artículo de la Constitución que prevé un adelanto del inicio del período presidencial si hay problemas con el recuento de votos en las elecciones, artículo aplicable a este caso por lo que ocurrió con las elecciones de 2015, anuladas por denuncias de fraude y repetidas en 2016.
Sin embargo, las cuentas de Moise, que asumió el poder el 7 de febrero de 2017 para cumplir un mandato de cinco años, le permiten permanecer en la jefatura del Estado hasta 2022, para lo que cuenta con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA), Estados Unidos y otros países.
En medio de la incertidumbre política, Moise promueve una reforma constitucional, que espera sea sometida a un referéndum en abril próximo, antes de las elecciones presidenciales y legislativas programadas para el 19 de septiembre.