Era una tarde como cualquiera en la ciudad de Santo Domingo, donde los habitantes iban sobre sus rutinas diarias sin sospechar lo que estaba por venir. De forma repentina, el 4 de noviembre de 2022, alrededor de las 5:30 de la tarde, el cielo se oscureció y empezó a caer una lluvia intensa que inundó gran parte de la capital de República Dominicana.
Las fuertes lluvias fueron producto de la combinación de una vaguada y onda tropical que afectó algunas localidades del país, entre ellas Santo Domingo y el Distrito Nacional. Desde tempranas horas la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) había pronosticado lluvias, sin embargo, la población nunca imaginó que sería algo de gran magnitud.
Las nubes se acumulaban rápidamente y el viento aumentaba de intensidad. En cuestión de minutos, las lluvias se convirtieron en un aguacero torrencial. Las calles se inundaron en un abrir y cerrar de ojos, atrapando a muchos desprevenidos, quienes salían de sus trabajos y de sus quehaceres diarios.
Los ríos de la capital se desbordaron, y las casas comenzaron a inundarse, exponiendo las graves carencias en el sistema de drenaje pluvial y el alcantarillado de la capital.
Hoy hace un año que la ciudadanía fue testigo de una inundación descomunal en el Gran Santo Domingo, la cual generó 70 milímetros de lluvias en tres horas.
Nueve personas murieron
La caótica situación originada ese viernes provocó la muerte de nueve personas. De estos, cinco fueron de asfixia por inmersión, dos por aplastamiento por colapso de una pared y otros dos por electrocución.
Las muertes ocurrieron en la cañada La Puya de Arroyo Hondo, sector Villa Claudia en Ciudad Real, Villa Francisca, La Zurza, Bellas Colinas de Manoguayabo, sector Las 800 en Los Ríos y alrededores del río Ozama.
Entre los muertos se destacó José Antonio Batista Polanco, mejor conocido como Jochy, cuyo cuerpo habría sido arrastrado desde Arroyo Hondo hasta el río Ozama, por los alrededores del barrio Simón Bolívar, donde finalmente fue hallado.
El caso de Jochy conmocionó toda la población. Iba en un vehículo con su esposa Raisa Díaz, cuando se vieron atacados por un tremendo tapón en la avenida John F. Kennedy, mientras el cielo se desplomaba en lluvia. En ese momento, Jochy se bajó del vehículo para así llegar más rápido a su casa, en Arroyo Hondo, donde se econtraba sola su hija de 12 años.
Los daños
Ocho días después, el Instituto Nacional de Aguas Potables (Inapa) informó que 37 acueductos resultaron afectados en detrimento de 638,078 usuario.
La Comisión Militar y Policial del Ministerio de Obras Públicas indicó que la noche del viernes brindó 855 asistencias viales, entre ellas 251 por fallo mecánico a vehículos afectados en pozos de agua.
Al día siguiente del desastre, el Poder Ejecutivo declaró de emergencia por un periodo de 30 días las compras y contrataciones de varias instituciones que serán utilizadas en las labores de rescate, construcción y reconstrucción de las obras afectadas por los torrenciales aguaceros.
Además, el presidente Luis Abinader, designó comisiones encabezadas por ministros y directores generales para que junto a los alcaldes de los distintos municipios coordinaran las acciones para atender a las distintas necesidades de los munícipes afectados por las lluvias.
Los daños millonarios
Los daños ocasionados por las inundaciones del viernes 4 de noviembre rondan los 1,000 millones de pesos, según las informaciones suministrada por la Cámara Dominicana de Aseguradores y Reaseguradores (Cadoar).
La demanda de un sistema de drenaje pluvial en Santo Domingo se convirtió en el tema del debate de quienes consideraron que las cuantiosas pérdidas que produjo el fenómeno natural del viernes pudieron haberse evitado con esta infraestructura.