El Ministerio Público, en el expediente que presenta la acusación formal contra los hermanos Antonio Espaillat López y Maribel Espaillat, recoge el testimonio de Manuel Jiménez Mateo, encargado de mantenimiento de RCC Media y colaborador ocasional en el Jet Set Club, quien describió con precisión la cantidad de equipos pesados instalados en el techo de la discoteca, considerados por la acusación como parte de la carga excesiva que comprometió la estructura.
Según el testigo, en la estructura superior del Jet Set había instalados seis aires acondicionados industriales tres de 20 toneladas y tres de 15 toneladas, el último colocado en diciembre de 2024 acompañados además de tres tinacos de agua y un transformador de 24 a 360 de potencia, este último señalado por el Ministerio Público como un elemento de alto peso y relevancia en la evaluación del colapso.
Jiménez explicó que estos equipos eran comprados en RefriPartes y que el técnico encargado de instalarlos era Emmanuel. Agregó que las casetas técnicas ubicadas en el techo contenían las consolas de los equipos, mientras los condensadores quedaban fuera, y que estas casetas también servían para tapar los hoyos de instalación y proteger los ductos que entraban al interior de la discoteca.
A pesar de estas casetas, el agua continuaba filtrándose: se acumulaba alrededor de los aires cuando llovía, bajaba por los ductos y terminaba sobre los plafones y las alfombras, lo que obligaba a constantes reparaciones. Jiménez afirmó que, según su conocimiento, nunca se realizó una evaluación técnica del peso que la estructura estaba soportando.
Este testimonio, según el Ministerio Público, forma parte de las evidencias que apuntan a una gestión negligente e imprudente de la infraestructura por parte de los hermanos Espaillat.

