Santiago. El material plástico que es lanzado por familias que residen a orilla de cañadas o comunidades cercanas a la ribera del río Yaque del Norte se ha convertido en un problema permanente.
A esto se suma las aguas contaminadas que tienen como destino final a la principal fuente acuífera con que cuenta el país, ante la carencia de planes municipales para su saneamiento. Como consecuencia de la falta de acción, el río se ve arropado por maleza, prácticamente en todo su cauce.
Con las lluvias registradas en esta ciudad, todos los desperdicios van a parar al punto donde bifurca el río y el canal del riego, en la zona de la Otra Banda.
Esto ocasiona que los dos principales canales de riego, el Ulises Francisco Espaillat y el Monsieur Bogart, perciban parte del material plástico que va a parar al Yaque del Norte. Y es que a más de un año de que el gobierno dejó conformada la Comisión Presidencial para el Ordenamiento y Manejo de la Cuenca del Rio Yaque del Norte (CRYN), a su paso por Santiago, las acciones han sido prácticamente nulas.
En el caso del municipio de Jarabacoa donde nace el Yaque del Norte, de acuerdo a los estudios de ambientalistas y la universidad Isa, la contaminación que generan por aguas cloacales y residuales y que contaminan los afluentes que van a parar al río, requiere de la construcción de 300 humedales verdes.
Apenas se han construido e inaugurado 15 plantas de tratamiento de aguas residuales, pero repartidas en comunidades de Santiago y Jarabacoa, en la provincia de La Vega con los auspicios del Fondo Agua Yaque del Norte.
Entidades como el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDHRI), han muestrado su preocupación por la cantidad de basura que es lanzada al río y que afecta a los canales de riego.
Marino Abreu, director regional de la entidad gubernamental, ha dicho en varias ocasiones, que esto obliga a hacer altas inversiones para tratar de concientizar a las personas y para saneamiento de estos afluentes.