El misterio comenzó en 2014, en un pequeño pueblo inglés de nombre Blackhall Colliery, en el condado de Durham. Desde ese año y hasta la fecha, en las calles de la localidad aparecen sobres con dinero. El último de ellos fue hallado este lunes por la mañana. Casi siempre, dentro de los paquetes, que aparecen aleatoriamente en veredas, bancos o parques, hay unas 2000 libras (2500 dólares).
Pero la otra parte singular de esta historia es que cada vez que los lugareños encontraron este anónimo donativo, optaron por devolverlo. Lo que habla muy bien del nivel de honestidad que tienen los vecinos del pueblo de Blackhall Colliery.
En total, desde el principio de la aparición de los extraños regalos monetarios, llegaron a este pueblo unas 13 entregas de sobres. En cada uno, había unas 2,000 libras, en general presentadas en fajos de billetes de 20. Es decir, hasta ahora, la pequeña localidad recibió 26,000 libras (unos $33,000 dólares). Y siempre las devolvieron.
No se conoce ni el motivo, ni por supuesto la identidad de la persona que deja los sobres en diversos lugares públicos de la localidad. Los lugareños especulan con la idea de que se trate de algún buen samaritano, es decir, algún benefactor anónimo.
Un misterio que lleva cinco años
El detective John Forster, de la oficina policial de Peterlee, una localidad vecina a Blackhall Colliery, señaló que se había entrevistado a numerosas personas y organizaciones en el pueblo sobre los paquetes. También se llevaron a cabo controles en el banco, en la oficina de correos y se intentó sacar las huellas digitales de los sobres, pero nada se pudo averiguar sobre el mentado samaritano.
El detective señaló al medio británico Daily Mail que los paquetes con plata “siempre se dejan a la vista, por ejemplo en las veredas” y a la vez señaló su agradecimiento “a los residentes que demostraron un espíritu increíble de comunidad al presentarse siempre a devolver el dinero”.
Pero la honestidad de los habitantes de ese pueblo inglés se vio cada vez recompensada por una regla que está establecida en el condado, que señala que pasadas dos semanas de la entrega del dinero a las autoridades, si nadie aparece a reclamarlo, ese dinero vuelve a las manos del que lo encontró.
“Ninguno de los fondos hallados fue reclamado, de manera que se devolvió todo a las personas que encontraron cada paquete -confirmó el detective Forster-. Pero ninguna de las personas que entregó los paquetes lo hizo con la intención de lucrar, si no que actuó movido por el espíritu de la honestidad”.
Mientras tanto, tanto los habitantes de Blackhall Collieri como la policía se encuentra en búsqueda de pruebas, o al menos hipótesis, que les permitan imaginar quién puede ser el buen samaritano que les regala dinero. Y sobre todo por qué lo hace, o para qué.
Fuente: El Diario